Abu Yúsuf Yaacub al-Mansur

[1]​ En 1183, al-Ándalus sufría una presión agresiva de las fuerzas castellanas y portuguesas, que hostigaban el campo sevillano.[2]​ En respuesta, en diciembre de ese año el califa Abu Yaacub Yúsuf reunió un gran ejército que debía pasar a la península.[3]​[2]​[1]​ Casi de inmediato, tras obtener el reconocimiento del territorio, pasó al Magreb, en septiembre.[6]​ Se propuso reformar el imperio, luchando contra el lujo y la relajación de costumbres, al tiempo que reforzaba su poder militar.Rehusó firmar una tregua con el monarca castellano, al que volvió a atacar la primavera del año siguiente y en la de 1197.[2]​ Pese al pacto entre leoneses y castellanos, que corrieron las fronteras andalusíes durante el resto del 1197, mientras el califa permanecía en Sevilla rematando obras de la ciudad.[12]​ En sus últimos meses de vida, redobló sus gestos piadosos y sopesó el abdicar para dedicarse en exclusiva a la religión.[12]​ Le sucedió su hijo Muhámmad an-Násir,[14]​ que había sido nombrado heredero en el 1191 y confirmado como tal en el 1198.
La Giralda de Sevilla
Moneda del califa almohade Abu Yaqub Yusef (1163-1184 d. C.).