Junto a él, también participaron Wendy Hiller, Leo McKern, John Hurt y Robert Shaw.
El rey Enrique VIII (Robert Shaw) nombra a Moro como lord canciller de Inglaterra.
Poco después, el rey llega en barcaza a Chelsea para preguntar por su divorcio.
Cuando Moro finalmente se refiere a Catalina como "la reina," el rey explota en un ataque de furia.
Un aterrorizado Moro le ruega que sea más precavido cuando Rich llega, pidiéndole de nuevo una posición en la corte.
Ahora él y su familia, incluyendo su esposa Alice (Wendy Hiller) descubren la desagradable verdad: Rich está siendo manipulado por Cromwell para que espíe a Moro.
Moro, sin embargo, conoce que el tiempo para hablar libremente de tales materias ha acabado.
Moro rechaza y lo llaman de nuevo a Hampton Court, ahora ocupado por Cromwell.
Moro regresa a casa y le sale al paso su hija, Meg le informa que un nuevo juramento sobre el matrimonio está puesto en marcha y que deben asumirlo todos bajo la pena de alta traición.
La primera versión de esta obra fue escrita por Robert Bolt en 1954 para la BBC Radio.
La escenificación brechtiana en la escena final del tribunal (que representaba al jurado como compuesto por «El Hombre Común» y varios pares con los sombreros de los diversos personajes que ha interpretado) cambia a un entorno más naturalista.
El título refleja el retrato que Bolt realizó de Tomás Moro, como un hombre de conciencia, que se mantiene fiel a sus principios y a su fe bajo todas las circunstancias y en todo momento.
Bolt quería que el director de cine John Huston interpretara a Norfolk, pero se negó.
Para mantener el presupuesto en menos de $2 millones, todos los actores tomaron recortes salariales: solo Scofield, York y Welles recibieron salarios superiores a £10 000.
Para interpretar a Rich, su primer papel importante en el cine, John Hurt cobró un sueldo de £3.000.
Kate Cameron del New York Daily News dijo: "Sobre todas estas actuaciones finas, incluida la representación opulenta, descarada y enérgica de Robert Shaw del rey, es Scofield quien domina la pantalla con su voz refinada y su firme negativa a doblegarse ante el rey, incluso a expensas de su cabeza".
Ante la inasistencia de Scofield a la ceremonia, su coprotagonista Wendy Hiller debió aceptar el premio en su nombre.