La denominación «años de plomo» no es oficial y tiene un matiz crítico; sin embargo, está generalizada entre quienes por una u otra razón tratan los sucesos acaecidos en Marruecos en ese periodo.
En cuanto a su término, suele situarse en 1991 (coincidiendo con un alto el fuego en la guerra del Sahara Occidental), año en el que son liberados numerosos presos políticos y se revela la existencia de centros clandestinos de detención y tortura.
Los años que van desde 1991 a 1999, año en el que fallece Hasan II y es relevado por su hijo Mohammed VI, son considerados como una transición, aunque hay quien considera que en puridad no se puede hablar de final de los años de plomo hasta 1999, cuando Hasan II muere por causas naturales a los setenta años.
La IER ha recogido y publicado desde entonces numerosos testimonios, prestados en sesión abierta y recogidos o retransmitidos por los medios de comunicación, que denuncian las desapariciones, torturas, detenciones arbitrarias, secuestros, ejecuciones extrajudiciales, supresión de derechos y otras prácticas habituales durante el reinado de Hasan II.
Esto supone, a juicio de las organizaciones de derechos humanos, un paso inédito en Marruecos hasta entonces y que además no tiene parangón en ningún otro país árabe.