La tentativa, conocida como Operación Buraq, fracasó y, a la noche siguiente, según fuentes oficiales, el general se suicidó de un tiro.
Mohamed Ufkir nació en 1920 en At Cheik, en los montes del Atlas, y sirvió en el ejército francés.
La justicia francesa acusó al general de haber planteado el asesinato y le condenó, en rebeldía a cadena perpetua.
Desde este ministerio, según la versión oficial, habría preparado el asalto al poder para convertirse en regente del reino una vez muerto Hasán II.
El general habría necesitado al menos cuatro disparos demasiados para un militar de carrera que sabía cómo quitarse la vida con uno solo–, si hay que creer a quienes vieron su uniforme.
Algunos comentaristas han aventurado otra versión: Ufkir sería inocente del complot y Hasán habría aprovechado la conjura de un grupo de militares contra la monarquía para acabar con su colaborador, que había llegado a ser demasiado poderoso y demostrado muy poca eficacia en Sjirat para evitar las sublevaciones en el ejército.
A los 19 años ingresó en la escuela militar Dar el-Beïda, situada en Meknés.
Posteriormente, 20 meses más tarde, en 1941, en plena Segunda Guerra Mundial se alistó como subteniente en el 4.º Regimiento de Tiradores Marroquíes del Ejército Francés (4.º RTM).
[1] Fue en esta época cuando se convierte en la mano derecha del Rey y le ayuda a crear un cuerpo de Policía sólido y centralizado, caracterizado por su falta de consideración hacia los Derechos Humanos.
Ben Barka fue detenido por dos individuos que se hicieron pasar por miembros del cuerpo de la Policía francesa.
El 20 de enero el juez Zollinger firmó una orden internacional para detener a Ufqir y a Ahmed Dlimi, jefe de los servicios secretos marroquíes.
Antes de ser ejecutado, este último le gritó: “¡Ten cuidado Ufqir!
[2][3] Aun así, sobrevivió a la embestida, que tuvo lugar sobre Tetuán.
[3] Aunque, según otras, no se quitó la vida, sino que recibió 5 disparos de bala en el hígado, el pecho, un brazo, la clavícula y la parte trasera de la cabeza, saliendo esta por su ojo derecho y rompiéndole las gafas.