1898: Los últimos de Filipinas

1898: Los últimos de Filipinas es una película española dirigida por Salvador Calvo y producida por el empresario Enrique Cerezo.

Se rodó, entre otros lugares, en exteriores de Guinea Ecuatorial y las Islas Canarias.

El destacamento de reemplazo, al mando del Teniente Saturnino Martín Cerezo, llega a Baler.

Allí se encuentran con Fray Carmelo y posteriormente con el sargento Jimeno, militar de fuerte carácter e incluso cruel, que desprecia a los nativos.

Carlos, uno de los soldados, es aficionado a la pintura y ve que se puede entender con Fray Carmelo.

Cifra que consiguió únicamente en el mes de diciembre, pues el estreno tuvo lugar el día 2.

Por el contrario no se hace referencia al teniente Juan Alonso Zayas, ni a los sacerdotes Minaya y López Guillén.

Sin embargo existen evidencias inventadas de que los soldados no llegaban suficientemente preparados.

La película también muestra el caos que reinaba en el ejército español haciendo alusión a la batalla naval de Santiago de Cuba, donde la flota española fue destruida tras recibir órdenes absurdas del almirantazgo para abandonar un puerto seguro y enfrentarse a la escuadra norteamericana, muy superior, y contra la que no pudieron hacer nada.

Ese episodio refleja la compra de los altos mandos del ejército, en oposición a la valentía y arrojo que siempre mostraron los soldados españoles.

Los supervivientes del destacamento de Baler fotografiados el 2 de septiembre de 1899 en el patio del cuartel Jaime I de Barcelona (actualmente un campus de la Universidad Pompeu Fabra ).
El vapor La Palma sale al principio de la película.
Selvas en Guinea Ecuatorial , uno de los lugares de rodaje.