Enrique de las Morenas y Fossi

Por esta última operación es ascendido a teniente por méritos de guerra y más tarde es nombrado, por la R.O.

Después de la guerra carlista obtiene varias licencias por asuntos propios para atender sus negocios particulares y otra por enfermedad.

A pesar de que entre Baler y Manila apenas había 100 kilómetros, las comunicaciones por tierra eran prácticamente inexistentes, siendo el barco el medio habitual para la recepción de mercancías y noticias.

Tras su llegada a Baler, procuró devolver la estabilidad al pueblo, muchos de cuyos habitantes lo habían abandonado tras las primeras revueltas.

Estableció la prestación personal, denominada "polo", con el objeto de cultivar un huerto junto a la comandancia, medida que resultó impopular entre los nativos.

[2]​ La calma tensa se escenificó en el asesinato del maestro Lucio Quezón, probablemente, por su cercanía a los españoles.

Los españoles, se refugian en la iglesia del pueblo por ser el edificio más sólido y defendible en caso de prolongarse la situación, que, finalmente, duró 337 días.

Tiene dedicadas calles a su nombre en Chiclana, Cabra, Baena, y una plaza en Madrid.

Sus restos, y los de los otros fallecidos durante el sitio, fueron trasladados a España desde Baler.