El episodio fue generalmente elogiado por su intensidad, así como por su complejidad y marcado contraste entre las tramas.
«Durante noventa minutos esa noche, hubo un golpe de Estado en este país», concluye Toby.
Los dos pelean hasta que Donna revela que ella rompió con su novio la segunda vez, y no al revés, porque cuando Donna tuvo un accidente automovilístico, el novio se detuvo en su camino al hospital para encontrarse con algunos amigos por un rato para tomar una cerveza.
Club, le dio al episodio una calificación de «A-» debajo del texto de su reseña y una «B» en la barra lateral del artículo, comentando que el programa destaca cómo The West Wing es «sobre las personas que se aman pero tienen problemas entre sí, y el drama se intensifica porque es POTUS».
[1] Heisler hace hincapié en la discusión entre Bartlet y Toby, comentando que, si bien está dividido entre los dos lados, está más de acuerdo con Toby y argumenta que ser presidente implica ceder algo de privacidad a los votantes.
Heisler comentó que cuando las tramas se entrelazan, con Toby entrando en la habitación de Roosevelt, donde los otros miembros del grupo están probando bromas con él, mientras su mente está en las noticias que acaba de enterarse, «me rompió el corazón».
[2] The Ringer calificó las líneas del guion de Aaron Sorkin como «clásicas», y terminó el artículo comentando que el episodio «captura las complejidades de los vínculos entre personajes agotados, apasionados y estresados que viven más o menos en la oficina».