[1] A menudo resaltaban imágenes religiosas talladas de dioses Æsir y podían tener referencias al Yggdrasil, el árbol que sustenta los nueve mundos en la mitología nórdica.
[2] Cuando los primeros colonos vikingos llegaron a Islandia, ponían su confianza en sus öndvegissúlur que lanzaban al mar cuando veían en el horizonte la costa.
[3] La capital de Islandia, Reikiavik, se fundó con este método.
[7] El Landnámabók (o Libro del Asentamiento) habla de Ingólfur Arnarson, el primer colono de Islandia, que tras pasar un invierno en un lugar que llamó Ingólfshöfði, lanzó sus öndvegissúlur al agua y siguió su curso hacia al oeste.
El mismo libro menciona a Ketil Thorkelsson que se asentó en Hof, entre el río Þjórsá y la «marca flotante» (haciendo referencia a sus Ǫndvegissúlur).