Ingólfur Arnarson

En 874, Ingólfur desembarcó en el cabo Ingólfshöfði y unos meses después estableció su hacienda en Reikiavik,[5]​ lo que supuso el comienzo de la colonización de la isla, la cual duró hasta 930.

La leyenda narra que, al acercarse a tierra desconocida, Ingólfur ordenó arrojar sus öndvegissúlur (postes de su sillón de caudillo) al mar, como era tradición.

Su intención era establecer el asentamiento allí donde fueran a parar los postes.

[7]​ El cronista medieval Ari Thorgilsson mencionó que Ingólfur fue el primer nórdico en asentarse permanentemente en Islandia, pero también cita que los sacerdotes cristianos hiberno-nórdicos «papar» ya se habían establecido antes, aunque marcharon porque no deseaban vivir entre los nuevos vecinos paganos.

[11]​ Según Landnámabók se casó con Hallveig Fróðadóttir (c. 850) hija de Fróði Vémundarson (c. 820).