Óscar Quiñones
Desde muy niño sintió inclinaciones artísticas, lo que no era bien visto en aquella época entre las familias de la oligarquía limeña.Realizó más de 100 exposiciones individuales en Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, México, Finlandia, Estados Unidos, Japón, Perú, Ecuador donde conoce y hace amistad con Oswaldo Guayasamín y en los países árabes invitado por Abel Nasser, antecesor de Yasser Arafat.La vida artística le permite hacer amigos como Vinícius de Moraes, Caribé, Humberto Vílchez Vera, Marina Núñez del Prado, Francisco Petrone, Fernando Lamas, Jorge Luis Borges, Manuel Scorza, Manuel Mujica Lainez, Mario Castro Arenas, José Morón Vizcarra, colegas como Rufino Tamayo, Víctor Humareda frecuente visitante en su domicilio de Av.Larco los viernes a las 6 p. m., Lautaro Murúa, Niní Marshall, Raúl Soldi, Santiago Antúnez de Mayolo, André Malraux a quien conoció por intermedio del maestro Picasso y con quien mantuvo comunicación epistolar hasta la muerte de Malraux, así como personajes del ambiente artístico, político e intelectual.Al último período de su obra lo llamó Ameriformas: técnica vanguardista al óleo que lograba semejanza a los antiguos mantos tejidos de la cultura precolombina Paracas y a los Petroglifos encontrados en distintas cuevas.Padre Nuestro que estas en mis grises, Santificados sean tus verdes, Hágase tu voluntad en los negros así como en los amarillos, y perdona nuestros rojos, así como nosotros te perdonamos todos tus blancos, Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, No me dejes caer en las virtudes, Líbrame de todo mal