La frase "óbolo de Caronte", como la usan los arqueólogos, puede entenderse a veces como un rito religioso particular, pero a menudo sirve como una especie de abreviatura que se ha acuñado, ya que los bienes funerarios supusieron un mejor paso del difunto al más allá.
[1][4] En latín, el óbolo de Caronte a veces se denomina viático, o "sustento para el viaje"; la colocación de la moneda en la boca se ha explicado también como un sello para proteger el alma del difunto o para evitar que regrese al mundo terrenal.
En las fuentes literarias romanas, la moneda suele ser de bronce o cobre.
[12] En latín, el óbolo de Caronte a veces se denomina viático,[13][8] que en el uso cotidiano significa "provisión para un viaje" (del latín via, "camino", "viaje"), que abarca alimentos, dinero y otros suministros.
Una palabra equivalente en griego es ephodion (ἐφόδιον); como el viático, la palabra se usaba en la antigüedad con el significado de "provisión para un viaje" (literalmente, "algo para el camino", del prefijo ἐπ-, "en" + ὁδός, "camino", "ruta") y posteriormente en la literatura patrística griega para la eucaristía administrada en el momento de la muerte.