Nombrado así por la existencia e influencia del Partido Progresista, grupo que tenía una posición intermedia entre los liberales y los conservadores, por lo cual se lo puede considerar como una transición entre el régimen de García Moreno y el de Eloy Alfaro.
[2] Gabriel García Moreno; quien había dirigido en el país una política conservadora de rasgos autoritarios y afín a la Iglesia católica; es asesinado tras haber sido reelecto, dejando un vacío dentro de la política ecuatoriana.
Así inició una guerra que terminó el 26 de diciembre cuando los vencedores entraron en Quito, pausando durante un tiempo la llegada del progresismo al poder.
Juan Montalvo quien había exigido un gobierno civil, en vez de un dirigido por un militar, fue inmediatamente desterrado.
Fue bautizado en Quito con los nombres de Mario Ignacio Francisco Tomás Antonio En 1878, pacificada la república, se reunió la Convención Nacional en Ambato y fue elegido Presidente Constitucional por cuatro años, dictándose una nueva Carta Fundamental [cita requerida].
La provincia del Tungurahua se volvió a alzar con José María Sarasti y desde Lima llegó Francisco X. Salazar, que se sumó a los alzados en Macará, Zaruma, Loja, Cuenca, Azogues, Riobamba y Ambato.
Marietta fue la heroína de dicha jornada, apresada con sus tías y con su amiga Dolores Jaramillo, pasaron momentos muy duros.
Veintemilla, tras depositar sus vales por sueldos que sumaban 120.000 pesos, tomó dicha cantidad de dos Bancos y se alejó a bordo del vapor Huacho.
En el año de 1888 había unos 50.000 alumnos en las escuelas primarias y 29 colegios secundarios funcionaban normalmente.
En esta estación del tren, las montoneras alfaristas atacaron al presidente, que se dirigía a Guayaquil.
Los pistoleros mataron al teniente coronel Marco Antonio Jaramillo, edecán del presidente.
Este se salvó disparando a los asaltantes, arrojándose al río y nadando hasta la otra orilla.
Tendió 350 kilómetros de línea telegráfica y unió Guayaquil a Quito con un cable subfluvial.
Otras proclamas parecidas se lanzaron ese mismo día en Esmeraldas y Manabí.
Allí se había embarcado en el vapor Alajuela para combatir al Gobierno.
Luis Vargas Torres, que participó en ella, fue derrotado en Loja por el coronel cuencano Antonio Vega y llevado a Cuenca, fue fusilado.
Vargas Torres no lo hizo y aunque huyó, regresó a su prisión para evitar represalias contra sus compañeros.
Según Robalino, "llegada la hora, con coraje desafiante, puso sus manos en las bocamangas del chaleco, adelantó el pie izquierdo y esperó la descarga".
El cardenal Mariano Rampolla del Tindaro le rogó que no lo hiciera.
Inició su gobierno liberando a 43 presos políticos del panóptico, concedió amnistía a los desterrados y escondidos y restableció las libertades públicas; pero, al mes de posesionado, presentó su renuncia, abrumado por los problemas casi insolubles de la nación.
El Congreso la rechazó y Flores insistió en ella, entonces el Congreso resolvió declarar ofensiva a la nación dicha insistencia, de suerte que con esa medida Flores se vio forzado a continuar, dando "el bello espectáculo de un gobierno culto y amigo de las libertades individuales, tolerante y gentil en la acción".
El diezmo gravaba un décimo a la producción agrícola y era rematado por particulares que lo recolectaban en especie durante las cosechas.
El Papa tuvo que intervenir para moderarlos y defender al presidente.
La deuda de 2'246.560 libras esterlinas se convirtió en la "Nueva Deuda Externa Consolidada del Ecuador" por 750.000 libras al 4.5 por ciento de interés, y se empezó a pagarla con un impuesto adicional del 10 por ciento a los derechos aduaneros.
Se formó para administrar estos proyectos una compañía europea, la del conde Tadeo d'Oksza, a la que cederían sus derechos y obligaciones la Compañía del Ferrocarril y Obras Públicas de Guayaquil, compuesta de capitalistas guayaquileños.
"Esta fórmula significaba que Ecuador estaba dispuesto a ceder al Perú Tumbes y Jaén, conservando para sí Quijos y parte del Mainas", dice el ex canciller Luis Valencia.
Por este motivo el Congreso ecuatoriano de 1894 retiró la aprobación que había dado a ese Tratado.
Las negociaciones de la venta del barco se hicieron por medio de Caamaño, que mantenía excelentes relaciones con Chile y con el cónsul del Ecuador en Valparaíso, Luis Noguera, quien hizo a su vez la doble transferencia del buque Esmeralda, figurando como que Ecuador lo compraba a Chile y lo vendía luego a Japón.
Este asunto no habría tenido mayor importancia y no habría terminado tan mal si el barco hubiera zarpado de Valparaíso llevando izada la bandera japonesa, que era lo correcto, pues ya había sido comprado por Japón.
Este hecho, cuyos únicos responsables fueron José María Plácido Caamaño y el cónsul del Ecuador en Valparaíso, Luis Noguera, puso fin en al Gobierno de Cordero y al período del Progresismo instaurado en 1884.