Áyax el Grande

Era por decirlo, el único héroe homérico, que debía todos su triunfos a su ser humano.Áyax, era sin duda, uno de los reyes más importantes en el campo de batalla, aunque no tan sabio como Néstor, Idomeneo o Menesteo, ni tan hábil como Diomedes, Odiseo o Palamedes.[7]​ Ambas aristías tuvieron lugar cuando Aquiles había abandonado el campo de batalla debido a su enfado con Agamenón, y los griegos estaban desolados.Posteriormente, cuando Aquiles murió tras ser alcanzado por una flecha de Paris, Áyax y Odiseo consiguieron recuperar el cuerpo del héroe para llevarlo al campamento griego.La misma Atenea había intervenido creando la confusión y delirio del héroe, pues era de los pocos que no iba al combate implorando alguna protección divina.[10]​ Agamenón se opuso a que Áyax fuera incinerado, por lo que fue el único de los griegos muertos en la guerra de Troya cuyo cuerpo se enterró en un féretro, en el lugar denominado Reteo, según la tradición.
Áyax llevando el cadáver de Aquiles, protegido por Hermes (izquierda) y Atenea (derecha). Lado 1 de un ánfora ática de figuras negras , ca . 520 - 510 a. C.
Disputa entre Áyax y Odiseo por la armadura de Aquiles, obra del pintor de Tálides (siglo VI a. C.)
Suicidio de Áyax el grande por Poussin