El ácido tríflico es usado ampliamente, especialmente como catalizador y un precursor en química orgánica.
El ácido tríflico debe muchas de sus propiedades útiles a su alta estabilidad térmica y química.
El ácido tríflico hace humos en aire húmedo, y forma un monohidrato sólido estable, CF3SO3H·H2O, cuyo punto de fusión es 34 °C.
El ácido trifluorometansulfónico reacciona exotérmicamente con carbonatos e hidróxidos de metales.
Estos catalizadores derivados del ácido tríflico son muy efectivos en ismerizar cadenas lineales o poco ramificadas, lo que aumenta el índice de octano de un combustible particular basado en petróleo.