[1][2] La primera clasificación de las vasculitis la sistematizó la patóloga Pearl Zeek el año 1952.Propuso cinco grupos:[2][3] Luego, el año 1964, Donato Alarcón-Segovia y Arnold L. Brown proponen una clasificación basada en el estudio clínico, patológico y etiológico.Proponen cinco grupos:[2][3] En el año 1977, Alarcón-Segovia propone una nueva clasificación de tres grupos, considerando los aspectos etiopatogénicos:[2][3] En el año 1980, Alarcón-Segovia propone una nueva clasificación basado en el tamaño de los vasos sanguíneos afectados:[2][3] En el año 1986, J. T. Lie propone una nueva clasificación que separa las vasculitis infecciosas de las no infecciosas y en estas últimas establece una separación de acuerdo con el tamaño de los vasos sanguíneos afectados:[3] La clasificación más utilizada se hace atendiendo al tamaño de los vasos afectados.[4] Así, tenemos: Los dos mecanismos más conocidos por los que se produce una vasculitis son: Existen estudios esporádicos sobre la asociación entre la enfermedad celíaca y la vasculitis cutánea, probablemente relacionada con el aumento de la permeabilidad intestinal.[6] Las vasculitis muestran gran variedad de manifestaciones clínicas acompañadas de signos y síntomas generales, entre ellos, fiebre, mialgias, artralgias y malestar general.
Lesiones en el miembro inferior debida a vasculitis inducida por un fármaco.
Vasculitis severa de los grandes vasos, evidenciada mediante tomografía computada/FDG-PET.