Desde entonces este tipo de patología, sin ser muy frecuente, ha quedado bien tipificada y se han sucedido numerosos trabajos que han buscado esclarecer su patogenia y su tratamiento más adecuado.
Los anticuerpos anti-MBG reaccionan igualmente con la membrana basal de los alvéolos pulmonares).
También se ha involucrado con la exposición a hidrocarburos y administración de penicilamina.
Se reconoce que las manifestaciones pulmonares usualmente preceden a una enfermedad renal evidente.
La clínica inicial está dominada en un 95 % por la hemoptisis, disnea para el ejercicio, debilidad, fatiga, Hb < 12 g/dl, leucocitosis superior a 10 000 leucocitos por mm³, proteinuria, y cilindros leucocitarias y eritrocitarios en la orina.