[1] Las arteriolas poseen en sus paredes una capa muscular, siendo los puntos principales de resistencia vascular.
La presión sanguínea se produce por la contracción cardiaca y la resistencia vascular, a nivel arteriolar, llamada normalmente por médicos e investigadores resistencia periférica total.
Las fluctuaciones de la presión sanguínea arterial se deben a la naturaleza pulsátil del ritmo cardíaco y están determinadas por la interacción del volumen del latido contra el volumen y elasticidad de las arterias principales.
Las arteriolas reciben inervación autónoma y responden a diversas hormonas circulantes con el fin de regular su diámetro.
[2] Los diámetros de las arteriolas disminuyen con la edad y con la exposición a la contaminación atmosférica .