Consonantes obstruyentes, como /d/ o /s/, constriñen el flujo de aire suficientemente como para provocar turbulencia y por tanto no son sonantes.
Sin embargo, el término está en desuso entre los fonetistas, aunque se usa ampliamente en lingüística indoeuropea por ejemplo.
Técnicamente son sonantes todas las vocales, las aproximantes, las nasales, líquidas (vibrantes o laterales) y las implosivas.
La sonorantes se caracterizan por un flujo de aire con poca o ninguna fricción, poca turbulencia por lo que no producen sonidos estridentes, y comparten numerosas características fonéticas con las vocales (de hecho por eso en muchas lenguas las sonorantes pueden funcionar como núcleo silábico).
[2] De hecho las sonorantes sordas están casi exclusivamente concentradas en las regiones que bordean el Océano Pacífico, desde Nueva Caledonia en sentido horario hasta América del Sur, estando presentes en lenguas de las familias austronesia, sinotibetana, nad-dené y esquimo-aleutiana.