En el caso del ser humano (Homo sapiens), los especialistas afirman que es inadecuado el uso del término raza para referirse a cada uno de los diversos o diferentes grupos humanos,[2] y se considera que es más apropiado utilizar los términos etnia o población para definirlos.Más aún, los científicos consideran que para referirse a seres humanos, biogenéticamente, las «razas» no existen,[3] tratándose solo de interpretaciones sociales.Las unidades taxonómicas por debajo del nivel de subespecies no se aplican a los animales.[17] Si las razas son lo suficientemente diferentes o si han sido probadas para mostrar poca conexión genética independientemente del fenotipo, dos o más razas pueden identificarse como subespecies u otro rango infraespecífico, y se les puede asignar un nombre.Para los organismos parásitos regidos por el Código Internacional de Nomenclatura para algas, hongos y plantas, se utiliza el término forma specialis (plural formae speciales).[21] El concepto de raza se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XIX cuando A.El ser humano ha ido dominando los animales desde el Neolítico, y a lo largo de la historia, ya sea para aprovechar su carne y otros derivados (leche, lana, huevos, etc.), servicios de fuerza (caballos, bueyes, elefantes) o por su compañía como mascotas.Es así que las razas animales se han manipulado por selección y cruzas, incluso con técnicas como la inseminación artificial.El término "raza fisiológica" se recomendó para su uso sobre "forma biológica" en el Congreso Botánico Internacional de 1935.[22] La producción comercial del Cucumis melo (melón), por ejemplo, ha estado involucrada en una "carrera armamentista" biológica, desde 1925, contra el mildiú polvoriento de las cucurbitáceas, causado por razas sucesivas del hongo Podosphaera xanthii, con nuevos cultivares de melones que se están desarrollando para resistencia a estos patógenos.[6][7] Es actual en el contexto del debate acerca de la existencia o no de las razas en Homo sapiens y el término raza es aún usado en el uso popular o coloquial y cada vez más desaconsejado en el lenguaje científico.[26] Sin embargo, aunque esta puede parecer la opinión mayoritaria y la que transciende al público general a través de los medios, la afirmación no es siempre cierta.[29] Imperfecto como las viejas ideas sobre razas, los estudios genómicos modernos revelan un panorama sorprendente, atractivo y diferente sobre la diversidad genética humana.Los pueblos del mundo actual parecen poseer igual potencial biológico para alcanzar cualquier nivel de civilización.”