Como manifestación artística múltiple que pretende la participación espontánea del público, suele ser efímero.Así se cita la Theater Piece Nº 1, concierto promovido en 1952 por John Cage en el Black Mountain College, con la participación de un pintor llamado Robert Rauschenberg, un coreógrafo (Merce Cunningham), un poeta (Charles Olsen) y un pianista (David Tudor).Así, por ejemplo, las exhibiciones no convencionales realizadas en el Cabaret Voltaire por Richard Huelsenbeck o Tristan Tzara, entre otros.En España, algunas obras escritas por el poeta Joan Brossa hacia 1946, y bautizadas por él mismo como acciones espectáculo, podrían considerarse también como precedentes del fenómeno del happening como "poesía escénica" o literatura visual de provocación.Fue en Colonia donde se vivió con más intensidad la conmoción que supuso para el arte la aparición de este movimiento.Los happenings crearon por su motivación provocadora una expresión artística crítica del orden establecido que, en muy poco tiempo, ganó una multitud de adeptos entusiastas.Aquellos acontecimientos absolutamente insondables que absorbían todos los sentidos, junto a la dedicación eufórica y el compromiso férreo de los corifeos de esa revolución artística, Joseph Beuys y Wolf Vostell, resultaban inaceptables para los amantes del arte en aquel tiempo.
Happening ecologista del grupo Alternativa naranja en una calle de
Breslavia
(Polonia), en julio de 1988.
Happening, según el colectivo
búlgaro
Alma Alter
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