El magma (del latín magma y este del griego μάγμα, «pasta») es una mezcla multifásica natural compuesta por una fase líquida, formada por roca fundida, otra fase sólida, mineral, y una parte gaseosa.[2] Los magmas más comunes responden a tres tipos principales: basálticos, andesíticos y graníticos.[2] Por otra parte, según su composición mineral, el magma puede clasificarse en dos grandes grupos: máficos y félsicos.[2] El magma se desarrolla en el manto o en la corteza, donde las condiciones de temperatura y presión favorecen el estado fundido.Tras su formación, el magma asciende flotando hacia la superficie terrestre, debido a su menor densidad que la roca madre.[4] A medida que migra a través de la corteza, el magma puede acumularse y residir en cámaras magmáticas (aunque trabajos recientes sugieren que el magma puede almacenarse en zonas mush ricas en cristales transcristalinos en lugar de en cámaras magmáticas dominantemente líquidas[5]).[cita requerida] El magma que sale a la superficie durante una erupción volcánica se denomina lava.La lava se enfría y solidifica con relativa rapidez en comparación con los cuerpos magmáticos subterráneos.Entre las rocas compuestas principalmente de vidrio volcánico se encuentran la obsidiana, la escoria y la piedra pómez.[11] En el agujero se construyó una caja de acero cementado con una perforación en el fondo cerca del magma.