Filón (geología)

Las dos paredes de una falla, o la diaclasa que contiene el filón, se llaman hastiales; el superior constituye el techo y el inferior el muro.

La caja, nombre dado al material del filón, se halla muchas veces aislada de ambas paredes por una capa delgada que constituye la salbanda.

La potencia (espesor) del filón puede alcanzar decenas de metros; generalmente va disminuyendo hacia sus extremos hasta reducirse, en ciertos casos, a unos milímetros.

Un filón suele seguir una dirección aproximadamente rectilínea, a lo largo de la cual su buzamiento (inclinación) experimenta muchas variaciones, según los terrenos atravesados.

Existen, por último, filones que son el resultado del relleno de la fisura con basalto u otros magmas fluidos.

Un filón de cuarzo proveniente de rocas meteorizadas