Daeva

Este significado, aunque sujeto a interpretación, también es evidente en una inscripción daiva en persa antiguo del siglo V a. C. En el Avesta reciente, los daevas son criaturas nocivas que promueven el caos y el desorden.

Este "hecho fundamental en la lingüística irania" es imposible de conciliar con el testimonio de los Gathas, donde los daevas, aunque rechazados (al igual que sucedió parcialmente en el Hinduismo, en donde algunos Devas, fueron considerados posteriormente como Azuras), todavía, evidentemente, eran dioses que seguían teniendo un seguimiento.

Está atestiguado en los textos iranios, con los daevas en conflicto y oposición a Ahura Mazda y los ahuras en general, con la conocida transferencia lingüística del védico "s" al iranio "h" (de "ahura" a "asura", como en la etimología de la palabra "Hindú", que los iranios utilizaban para clasificar a las personas que vivían más allá del río "Sindhu" (en español, "Indo") en el noroeste de la India).

Los ahuras zoroástricos (de nuevo, etimológicamente relacionados con los asuras védicos) están vagamente definidos y sólo son tres.

Al mismo tiempo, la herencia indoirania de los daevas como dioses benéficos es todavía evidente en numerosas expresiones que aparecen tanto en avéstico como en sánscrito védico.

Por otra parte, aunque los daevas se describen como incapaces de discernimiento, nunca son identificados con la propia druj.

[9]​ En Yasna 30.6 se sugiere que los sacerdotes adoradores de los daevas debaten frecuentemente con Zoroastro, pero no lograron convencerlo.

Vi.daeva- «rechazar los daevas» califica a los fieles zoroástricos con la misma fuerza que mazdayasna- («adoradores de Mazda»).

[3]​ En el Vendidad 10.9 y 19.43, tres divinidades del panteón védico siguen a Angra Mainyu en una lista de demonios.

«En ninguna parte se dice que Angra Mainyu sea el creador de los daevas o su padre».

[13]​ En cualquier caso, se produjo un cambio de actitud respecto a un antiguo antecesor, Ciro, que tuvo una tolerancia religiosa con las religiones existentes, ya fuesen las babilonias o las judías.

En los textos en persa medio de la tradición zoroástrica, los dews son siempre representados con el ideograma arameo ŠDYA o el plural más común ŠDYAʼn que significa "demonios", incluso en el singular.

Los dews desempeñan un papel crucial en el drama cosmogónico del Bundahishn, una visión zoroástrica de la creación finalizada en el siglo XII.

Esta idea ya estaba implícita en el Vendidad (véase los textos anteriores en el apartado del Avesta reciente), pero solo se desarrolló correctamente en el Bundahishn.

En particular, Ahriman va a crear seis dews, que en la tradición zoroástrica, son la antítesis de los Amahraspands (avéstico, Amesha Spentas).

El Bundahishn mayor 34.27 añade dos archi-demonios más, que no están, sin embargo, en oposición a los Amesha Spentas:[14]​ El Shahnameh proporciona una lista de diez demonios:[15]​ Âz "avaricia", Jashm "ira" (persa medio, Aeshma), Nang "deshonor", Niâz "deseo", Rashk "envidia", Kin "venganza", Nammam "revelador", Doruí "dos caras", Nâpakdín "herejía" y, no nombrado explícitamente, "ingratitud".

Los occidentales ocasionalmente reportaron haber visto criaturas extrañas o huellas raras en esta región desde el siglo XIX.

Escena del Shahnameh donde el div Akvan lanza al héroe Rostam al mar.
Div en un sello de Azerbaiyán de 2010.