Visnú se transformó rápidamente en Mojiní, la mujer más bella del mundo; los asura quedaron extasiados y paralizados, momento que aprovechó Visnú para quitarles la copa y dársela a los deva.
En el Bhagavata-purana (siglo X d. C.), esta historia se cuenta de manera ligeramente diferente.
Primero les entregaría un trago a cada semidiós y luego repartiría el resto entre los demonios.
Como Raju ya tenía la gota de néctar en la boca, su cabeza se volvió inmortal, quedó colgada de la bóveda celeste y cada tanto se come a la Luna en venganza.
Cuando sucede un eclipse, incluso en la actualidad muchos hindúes se ocultan temerosos en sus casas, ya que lo consideran un acontecimiento "inauspicioso" (a-shubha).