Así las lenguas que mantienen el fonema /*k/ (centum se pronuncia kentum realizado como consonante velar) pertenecen a la ramas occidentales del indoeuropeo, frente a las que no mantienen la /*k/ porque la palatalizan en /č/, /š/ o /s/ (ver satem).
La división entre lenguas centum y satem se consideró en los inicios de la lingüística indoeuropea como coincidente con los dos grupos principales.
Actualmente se acepta que, aunque este aspecto tiene cierto interés, no sirve para la clasificación interna de las lenguas indoeuropeas, ya que parece ser cronológicamente posterior a la diversificación del indoeuropeo en varias ramas, habiéndose dado el contagio del cambio de unas ramas a otras.
Además, la idea original de que la familia indoeuropea se dividió tempranamente en dos ramas ha sido rechazada por la evidencia disponible.
[1][2][3] Anatolio (†) Tocario (†) Céltico Itálico Albanés Germánico Armenio Griego Iranio Indoario Báltico Eslavo