Vincent Auriol es encarcelado al principio en Pellevoisin (Indre), después en Vals-les-Bains (Ardèche) y entabla una correspondencia con Léon Blum, donde se muestra totalmente optimista sobre la victoria de las democracias frente al nazismo y el fascismo.
Escribe “Ayer y mañana”, que será publicado en 1944 en Argel, y en el cual inaugura una reflexión sobre las instituciones que, a su entender, deberían reemplazar a las de la III República.
Al año siguiente se transforma en el primer presidente de la IV República.
Auriol no esperaba, según su expresión, ser un “presidente madero”: ejerce plenamente su función de árbitro.
Casado con Michelle Aucouturier en 1912, fue suegro de la aviadora Jacqueline Auriol.