Ley Debré

La ley establecía un sistema de contratos entre el Estado y las escuelas privadas que lo desearan.

El Estado proporciona asistencia, pero, a cambio, los programas deben ser los mismos que en la educación pública (el catecismo se convierte en una opción).

La Iglesia Católica vio la ley como una forma de ampliar su espacio en la educación francesa.

Ley Debré confería a las instituciones confesionales (llamadas con "características propias") un estatus de derecho público que legitimaba su lugar en la educación.

Esta ley fue completada en 1977 por la ley Guermeur, que confiere a los maestros privados los mismos beneficios sociales que los del público, pero reafirma la libertad de los directores de escuela para elegir sus equipos.