Se basa en el Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon y fueron contratados 94 aviones.
El programa del F-2 fue polémico, porque en el coste unitario se incluyen los costos del desarrollo, resultó ser 4 veces mayor que un F-16 bloque 50/52, y en el que no se incluyen los respectivos gastos de investigación y desarrollo.
Ese año el gobierno japonés aprobó una orden para 141 unidades, rápidamente reducidas a 130, para ser incorporadas al servicio antes de 1999; pero problemas estructurales dieron lugar a que la entrada del servicio fuera en el año 2000.
En 2004 un nuevo recorte redujo el proyecto a 98 aparatos, incluyendo prototipos.
El resultado total del programa era esencialmente un avión con el tamaño y el peso de un F-15 con solo un motor.