Luisa Miller

Ella ama a Carlo, un joven al que ha conocido en el pueblo (Lo vidi e'l primo palpito /"Lo vi y mi corazón sintió el primer pálpito del amor") y lo busca entre la multitud.

El padre de Luisa, Miller, está preocupado por este misterioso amor puesto que Carlo es un extraño.

Irritado por su respuesta, Wurm le dice a Miller que en realidad Carlo es Rodolfo, el hijo del conde Walter.

A solas, Miller expresa su enojo (Ah fu giusto il mio sospetto / "¡Ah!

El conde expresa su frustración con su hijo (Il mio sangue la vita darei / "Oh, todo me sonríe").

Cuando él entra, le ordena a Rodolfo casarse con su sobrina Federica, la duquesa de Ostheim.

Llega Rodolfo y admite su engaño pero le jura que su amor es sincero.

Escena 1: Una habitación en la casa de Miller Los pueblerinos llegan donde Luisa y le dicen que han visto como a su padre lo arrastran encadenado.

Luisa está decidida a suicidarse (La tomba e un letto sparso di fiori / "La tumba es un lecho con flores esparcidas"), pero Miller consigue persuadirla de que se quede con él.

Rodolfo entra sin ser visto y vierte veneno en una jarra de agua sobre la mesa.

Entonces le pregunta a Luisa si realmente escribió la carta en la que declara su amor por Wurm.

Miller regresa y reconforta a su hija moribunda; juntos los tres dicen sus oraciones y despedidas (Trío, Luisa: Padre, ricevi l'estremo addio / "Padre, recibe mi último adiós"; Rodolfo: Ah!