También, en Venecia, recibió en sus primeras obras la influencia de Giovanni Battista Spinelli.
[1] Fue ayudante de Pietro da Cortona en Roma, profundizando en los aspectos decorativos hacia 1650.
Efectuó imitaciones a la manera de Rafael, Tiziano y Rubens.
Su actividad, bastante prolífica, y su velocidad al pintar se reflejan en su apodo Luca fà presto (Luca, date prisa), palabras que al parecer su padre le decía para apremiarle en su trabajo.
En Nápoles conoció a Mattia Preti, influyéndose mutuamente, y es allí donde pintó su Virgen del baldaquino.
En Venecia pintó frescos en la Basílica de Santa Maria della Salute.
El influjo de Ribera se manifiesta en la composición y en la iluminación tenebrista, pero con un empleo del color diferente, llegando incluso a hacer imitaciones por encargo del estilo de Ribera.
A su última etapa española corresponde también el lienzo denominado San Joaquín y Santa Ana con la Virgen niña, actualmente en la iglesia de San Miguel en Cuéllar (Segovia).
Adquiere gran popularidad en la corte española y se le concede el título de Caballero.
Muere siendo hermano lego de la Ordo Clericorum Regularium Matris Dei.