Es probable que el cuadro fuese encargado por los duques posteriores en la Corte, como pieza central del retablo mayor, casi con toda seguridad renovado en el siglo XVII, aunque no existen noticias documentales al respecto.
La obra representa el momento en que los padres de la Virgen, quienes aparecen en primer plano, conducen de los brazos a la niña al templo para ser consagrada a Dios.
Sobre ellos aparece la alegoría del Espíritu Santo, y en primer plano a la izquierda se localiza un ángel que ofrece un cesto de flores a la niña.
Está inspirado en la obra de Rubens sobre la Sagrada Familia, aunque con un aire más clasicista.
El cuadro se halla firmado en el ángulo inferior izquierdo, bajo el pie derecho de Santa Ana, en el que figura «Jordanus F.».