stringtranslate.com

Comparación del nazismo y el estalinismo

Algunos historiadores y otros autores han realizado comparaciones entre nazismo y estalinismo . Han considerado las similitudes y diferencias entre las dos ideologías y sistemas políticos , la relación entre los dos regímenes y por qué ambos alcanzaron prominencia simultáneamente. Durante el siglo XX, la comparación del nazismo y el estalinismo se hizo en torno al totalitarismo , la ideología y el culto a la personalidad . Ambos regímenes fueron vistos en contraste con el mundo occidental democrático liberal , enfatizando las similitudes entre los dos. [1]

Los politólogos Hannah Arendt , Zbigniew Brzezinski y Carl Joachim Friedrich , y el historiador Robert Conquest fueron destacados defensores de la aplicación del concepto totalitario para comparar el nazismo y el estalinismo. [2] [3] Los historiadores Sheila Fitzpatrick y Michael Geyer destacan las diferencias entre el nazismo y el estalinismo, y Geyer dice que la idea de comparar los dos regímenes ha logrado un éxito limitado. [4] El historiador Henry Rousso defiende el trabajo de Friedrich et al. , al tiempo que dice que el concepto es útil y descriptivo más que analítico, y postula que los regímenes descritos como totalitarios no tienen un origen común y no surgieron de manera similar. [5] Los historiadores Philippe Burrin y Nicolas Werth adoptan una posición intermedia entre uno que hace que el líder parezca todopoderoso y el otro que lo hace parecer un dictador débil . [5] Los historiadores Ian Kershaw y Moshe Lewin adoptan una perspectiva histórica más amplia y consideran al nazismo y al estalinismo no como ejemplos de un nuevo tipo de sociedad sino como anomalías históricas y debaten si agruparlos como totalitarios es útil. [6]

Otros historiadores y politólogos han hecho comparaciones entre el nazismo y el estalinismo como parte de su trabajo. La comparación ha provocado durante mucho tiempo controversia política, [7] [8] y en la década de 1980 condujo a la disputa de historiadores dentro de Alemania conocida como Historikerstreit . [9]

Hanna Arendt

Orígenes del totalitarismo

Hannah Arendt en 1933

Hannah Arendt fue una de las primeras académicas en publicar un estudio comparativo entre la Alemania nazi de Adolf Hitler y la Unión Soviética de Joseph Stalin . En su obra de 1951 Los orígenes del totalitarismo , Arendt plantea la idea del totalitarismo como un tipo distinto de movimiento político y forma de gobierno, que "difiere esencialmente de otras formas de opresión política que conocemos, como el despotismo, la tiranía y la dictadura". ". [10] Arendt distingue entre un movimiento totalitario, como un partido político con objetivos totalitarios, y un gobierno totalitario. No todos los movimientos totalitarios logran crear gobiernos totalitarios una vez que llegan al poder. En opinión de Arendt, aunque existieron muchos movimientos totalitarios en Europa en las décadas de 1920 y 1930, sólo los gobiernos de Stalin y Hitler lograron implementar plenamente sus objetivos totalitarios. [11]

Arendt rastreó el origen de los movimientos totalitarios hasta el siglo XIX, centrándose especialmente en el antisemitismo y el nuevo imperialismo . Hizo hincapié en la conexión entre el surgimiento de los estados nacionales europeos y el crecimiento del antisemitismo, que se debía a que los judíos representaban un "elemento intereuropeo, no nacional, en un mundo de naciones existentes o en crecimiento". [12] Abundaron las teorías de conspiración y los judíos fueron acusados ​​de ser parte de varios planes internacionales para arruinar a las naciones europeas. [13] Pequeños partidos políticos antisemitas se formaron en respuesta a esta percibida amenaza judía. Según Arendt, estas fueron las primeras organizaciones políticas en Europa que pretendían representar los intereses de toda la nación en lugar de los intereses de una clase u otro grupo social. [14]

El imperialismo europeo del siglo XIX, más conocido como Nuevo Imperialismo, también allanó el camino para el totalitarismo al legitimar el concepto de expansión sin fin. [15] Después de que los europeos se involucraron en la expansión imperialista en otros continentes, se desarrollaron movimientos políticos que tenían como objetivo copiar los métodos del imperialismo en el propio continente europeo. Arendt se refiere específicamente a los panmovimientos del pangermanismo y el paneslavismo , que prometían imperios continentales a naciones con pocas esperanzas de expansión en el extranjero. [16] Según Arendt, "el nazismo y el bolchevismo le deben más al pangermanismo y al paneslavismo (respectivamente) que a cualquier otra ideología o movimiento político". [17]

Reclutamiento, propaganda y adoctrinamiento

La deshumanización del enemigo fue una parte importante de la propaganda de ambos lados, lo que contribuyó en gran medida al odio mutuo, al sentimiento antiruso y al sentimiento antialemán .

Arendt postula que tanto el movimiento nazi como el bolchevique "reclutaron a sus miembros entre una masa de personas aparentemente indiferentes a quienes todos los demás partidos habían abandonado", [ 18] y que "tenían motivos para ser igualmente hostiles a todos los partidos". [19] Por esta razón, los movimientos totalitarios no necesitaban utilizar el debate o la persuasión, y no necesitaban refutar los argumentos de otros partidos. No fue necesario persuadir a su público objetivo para que despreciara a los otros partidos o al sistema democrático, porque estaba formado por personas que ya despreciaban la política dominante. Como resultado, los movimientos totalitarios eran libres de utilizar la violencia y el terror contra sus oponentes sin temor a que esto pudiera alienar a sus propios partidarios. [19] En lugar de argumentar contra sus oponentes, adoptaron puntos de vista deterministas del comportamiento humano. Presentaron ideas opuestas como "originadas en profundas fuentes naturales, sociales o psicológicas más allá del control del individuo y, por lo tanto, más allá del poder de la razón". [19] Los nazis en particular, durante los años previos a su ascenso al poder, se dedicaron a "matar a pequeños funcionarios socialistas o miembros influyentes de partidos opuestos" como medio para intimidar a sus oponentes y como medio para demostrar a sus partidarios que eran un partido de acción, "diferente de los 'charlatanistas' de otros partidos". [20]

Los gobiernos totalitarios hacen un uso extensivo de la propaganda y a menudo se caracterizan por tener una distinción sustancial entre lo que les dicen a sus propios partidarios y la propaganda que producen para los demás. [21] Arendt distingue estas dos categorías como "adoctrinamiento" y "propaganda". El adoctrinamiento consiste en el mensaje que un gobierno totalitario promueve internamente a los miembros del partido gobernante y a aquel segmento de la población que apoya al gobierno. La propaganda consiste en el mensaje que un gobierno totalitario busca promover en el mundo exterior y entre partes de su propia sociedad que pueden no apoyar al gobierno. [22] Según Arendt, "las necesidades de propaganda siempre están dictadas por el mundo exterior", mientras que las oportunidades de adoctrinamiento dependen del "aislamiento y la seguridad de los gobiernos totalitarios frente a la interferencia externa". [20]

El adoctrinamiento utilizado por los soviéticos y los nazis se caracterizó por afirmaciones de verdades "científicas" y apelaciones a "leyes objetivas de la naturaleza". [23] Ambos movimientos adoptaron una visión determinista de la sociedad humana y enfatizaron que sus ideologías se basaban en descubrimientos científicos relacionados con la raza (en el caso de los nazis) o las fuerzas que gobiernan la historia humana (en el caso de los soviéticos). Arendt identifica esto como algo similar a la publicidad moderna , en la que las empresas afirman que la investigación científica muestra que sus productos son superiores; sin embargo, postula de manera más general que es una versión extrema de "esa obsesión por la ciencia que ha caracterizado al mundo occidental desde el surgimiento de las matemáticas y la física en el siglo XVI". [24] Al utilizar la pseudociencia como justificación principal de sus acciones, el nazismo y el estalinismo se distinguen de regímenes despóticos históricos anteriores, que apelaban en cambio a la religión o, en ocasiones, no intentaban justificarse en absoluto. Según Arendt, los gobiernos totalitarios no se limitaron a utilizar estas apelaciones a supuestas leyes científicas como propaganda para manipular a otros. Líderes totalitarios como Hitler y Stalin creían genuinamente que actuaban de acuerdo con leyes naturales inmutables, hasta tal punto que estaban dispuestos a sacrificar el interés propio de sus regímenes en aras de promulgar esas supuestas leyes. [25] Los nazis trataron a los habitantes de los territorios ocupados con extrema brutalidad. Planeaban despoblar Europa del Este para dar paso a los colonos de la Herrenvolk ("raza superior") alemana, aunque esto perjudicaba activamente su esfuerzo bélico. [26] Stalin participó repetidamente en purgas del Partido Comunista de la Unión Soviética de personas que se desviaban aunque fuera ligeramente de la línea del partido , incluso cuando esto debilitaba al partido o al gobierno soviético, porque creía que representaban los intereses de las "clases moribundas". " y que su desaparición fue históricamente inevitable. [25]

Líder

Arendt también identifica la importancia central de un líder todopoderoso en los movimientos totalitarios. [27] Ella distingue entre líderes totalitarios como Hitler y Stalin y dictadores no totalitarios o líderes autocráticos. El líder totalitario no llega al poder mediante el uso personal de la violencia ni mediante ninguna habilidad organizativa especial, sino controlando los nombramientos de personal dentro del partido de modo que todos los demás miembros prominentes del partido le deban sus puestos. [28] Dado que la lealtad al líder se convierte en el criterio principal para la promoción, los miembros ambiciosos del partido compiten entre sí para tratar de expresar su lealtad, y se desarrolla un culto a la personalidad en torno al líder. Incluso cuando el líder no es particularmente competente y los miembros de su círculo íntimo son conscientes de sus deficiencias, siguen comprometidos con él por miedo a que toda la estructura de poder se derrumbe sin él. [28]

"Enemigos"

Una vez en el poder, según Arendt, los movimientos totalitarios se enfrentan a un gran dilema: construyeron su apoyo basándose en la ira contra el status quo y en promesas imposibles o deshonestas, pero ahora se han convertido en el nuevo status quo y se espera que cumplan sus promesas. . [29] Afrontan este problema participando en una lucha constante contra enemigos externos e internos, reales o imaginarios, para poder decir que, en cierto sentido, todavía no han obtenido el poder que necesitan para cumplir sus promesas. Según Arendt, los gobiernos totalitarios deben luchar constantemente contra enemigos para poder sobrevivir. Esto explica su comportamiento irracional, como cuando Hitler continuó haciendo demandas territoriales incluso después de que le ofrecieran todo lo que pedía en el Acuerdo de Munich , o cuando Stalin desató el Gran Terror incluso cuando ya no había ninguna oposición seria hacia él. [30]

Campos de internamiento

Arendt destaca el uso generalizado de campos de internamiento por parte de gobiernos totalitarios, postulando que son la manifestación más importante de la necesidad de encontrar enemigos contra los cuales luchar y, por lo tanto, son "más esenciales para la preservación del poder del régimen que cualquiera de sus otras instituciones". " [31] Aunque comúnmente se imponía trabajo forzoso a los reclusos de los campos de concentración, Arendt postula que su objetivo principal no era ninguna ganancia material para el régimen porque "[l]a única función económica permanente de los campos ha sido la financiación de sus propios gastos de supervisión". aparato; desde el punto de vista económico, los campos de concentración existen principalmente para sí mismos." [32] Los nazis, en particular, llevaron esto al punto de una "antiutilidad abierta" al gastar grandes sumas de dinero, recursos y mano de obra durante una guerra con el fin de construir y dotar de personal a los campos de exterminio y transportar personas a ellos. [33] Esto distingue los campos de concentración de los regímenes totalitarios de las instituciones humanas más antiguas que guardan cierta similitud con ellos, como la esclavitud . Los esclavos eran abusados ​​y asesinados con el fin de obtener ganancias; Los prisioneros de los campos de concentración fueron abusados ​​y asesinados porque un gobierno totalitario necesitaba justificar su existencia. [32] Finalmente, Arendt señala que los campos de concentración tanto bajo Hitler como Stalin incluían un gran número de reclusos que eran inocentes de cualquier delito no sólo en el sentido ordinario de la palabra sino incluso según los estándares de los propios regímenes; es decir, la mayoría de los reclusos no habían cometido ninguna acción contra el régimen. [34]

El futuro de los sistemas totalitarios

A lo largo de su análisis, Arendt enfatizó la modernidad y novedad de las estructuras gubernamentales establecidas por Stalin y Hitler, argumentando que representaban "una forma de gobierno completamente nueva" que probablemente se manifestará nuevamente en otras formas en el futuro. [35] También advirtió contra la creencia de que los futuros movimientos totalitarios necesariamente compartirían los fundamentos ideológicos del nazismo o el estalinismo, y escribió que "todas las ideologías contienen elementos totalitarios". [36]

Carl Friedrich y Zbigniew Brzezinski

Zbigniew Brzezinski

Sistemas totalitarios y autocracias

El paradigma totalitario en el estudio comparativo de la Alemania nazi y la Unión Soviética fue desarrollado aún más por Carl Friedrich y Zbigniew Brzezinski , quienes escribieron extensamente sobre este tema tanto individualmente como en colaboración. Al igual que Arendt, afirman que "la dictadura totalitaria es un fenómeno nuevo; nunca antes ha habido algo parecido". [37] Friedrich y Brzezinski clasifican la dictadura totalitaria como un tipo de autocracia , pero afirman que es diferente en aspectos importantes de la mayoría de las otras autocracias históricas. En particular, se distingue por su dependencia de la tecnología moderna y la legitimación masiva. [38]

A diferencia de Arendt, Friedrich y Brzezinski aplican la noción de dictadura totalitaria no sólo a los regímenes de Hitler y Stalin sino también a la Unión Soviética a lo largo de toda su existencia, así como al régimen de Benito Mussolini en Italia y a la República Popular China bajo Mao Zedong. . Friedrich afirmó que la "posibilidad de equiparar la dictadura de Stalin en la Unión Soviética y la de Hitler en Alemania" ha sido un tema profundamente controvertido y objeto de debate casi desde el comienzo de esas dictaduras. [39] Varios otros aspectos de los dos regímenes también han sido objeto de intenso debate académico, como si las ideologías nazi y estalinista eran genuinamente creídas y perseguidas por los respectivos gobiernos, o si las ideologías eran meras justificaciones convenientes para un gobierno dictatorial. [40]

Friedrich y Brzezinski postulan que el nazismo y el estalinismo no sólo son similares entre sí, sino que también representan una continuación o un retorno a la tradición de la monarquía absoluta europea en ciertos niveles. [41] En las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII, el monarca en última instancia tenía todo el poder de decisión y se le consideraba responsable sólo ante Dios. En el estalinismo y el nazismo, el líder también ostentaba todo el poder real y se le consideraba responsable sólo ante diversas entidades intangibles, como "el pueblo", "las masas" o "el Volk"; La característica común de las autocracias, ya sean monárquicas o totalitarias, es la concentración del poder en manos de un líder al que no se le puede exigir responsabilidad mediante ningún mecanismo legal y que se supone que es la encarnación de la voluntad de una entidad abstracta. [41] Friedrich y Brzezinski también identifican otras características comunes a todas las autocracias, como "la oscilación entre un control estricto y flexible". [42] El régimen alterna entre períodos de intensa represión y relativa libertad, a menudo representados por diferentes líderes, y esto depende en parte del carácter personal de los diferentes líderes. Friedrich y Brzezinski creen que también hay un ciclo político subyacente en el que el creciente descontento conduce a una mayor represión hasta que se elimina a la oposición. Los controles se relajan hasta la próxima vez que el descontento popular comience a crecer. [42]

Al situar al estalinismo y al nazismo dentro de la tradición histórica más amplia del gobierno autocrático, Friedrich y Brzezinski sostienen que "la dictadura totalitaria, en cierto sentido, es la adaptación de la autocracia a la sociedad industrial del siglo XX". [43] Al mismo tiempo, insisten en que la dictadura totalitaria es un " tipo novedoso de autocracia". [44] Postulan que los regímenes totalitarios del siglo XX, como los de Hitler y Stalin, tenían más en común entre sí que con cualquier otra forma de gobierno, incluidas las autocracias históricas del pasado. El totalitarismo sólo puede existir después de la creación de la tecnología moderna, porque dicha tecnología es esencial para la propaganda, la vigilancia de la población y el funcionamiento de la policía secreta . [45] Al hablar de las diferencias y similitudes entre los regímenes fascistas y comunistas, Friedrich y Brzezinski insisten en que los dos tipos de gobiernos totalitarios son "básicamente iguales" pero "no totalmente iguales" en el sentido de que son más similares entre sí que entre sí. formas de gobierno, pero no son lo mismo. [46] [47] Entre las principales diferencias entre ellos, Friedrich y Brzezinski identifican particularmente que los comunistas buscan "la revolución mundial del proletariado". Mientras tanto, los fascistas desean "establecer el predominio imperial de una nación o raza en particular". [37]

Cinco pilares de los sistemas totalitarios

En términos de las similitudes entre el nazismo y el estalinismo, Friedrich enumera cinco aspectos principales que tienen en común: primero, una ideología oficial que se supone debe ser seguida por todos los miembros de la sociedad, al menos pasivamente, y que promete servir como modelo perfecto. guía hacia algún objetivo final. En segundo lugar, un partido político único , compuesto por los partidarios más entusiastas de la ideología oficial, que representara un grupo de élite dentro de la sociedad (no más del 10 por ciento de la población) y organizado según líneas estrictamente reglamentadas. En tercer lugar, "un monopolio casi completo, tecnológicamente condicionado, del control de todos los medios de combate armado efectivo" en manos del partido o sus representantes. Cuarto, un monopolio similar mantenido por el partido sobre los medios de comunicación y todas las formas tecnológicas de comunicación. Quinto, "un sistema de control policial terrorista" que no sólo se utiliza para defender al régimen contra enemigos reales, sino también para perseguir a varios grupos de personas que sólo son sospechosas de ser enemigos o que potencialmente pueden convertirse en enemigos en el futuro. [48]

Según Friedrich y Brzezinski, los dos primeros pilares de cualquier gobierno totalitario son el dictador y el partido. El dictador, ya sea Stalin, Hitler o Mussolini, detenta el poder absoluto. Friedrich y Brzezinski rechazan explícitamente la afirmación de que el partido, o cualquier otra institución, podría proporcionar un contrapeso significativo al poder del dictador en el nazismo o el estalinismo. [49] El dictador necesita al partido para poder gobernar, por lo que puede tener cuidado de no tomar decisiones que vayan directamente en contra de los deseos de otros miembros destacados del partido, pero la autoridad última recae en él y no en ellos. Al igual que Arendt, Friedrich y Brzezinski también identifican el culto a la personalidad que rodea al líder como un elemento esencial de una dictadura totalitaria y hacen referencia al culto a la personalidad de Stalin en particular. [50] También llaman la atención sobre cómo se esperaba que Hitler y Stalin proporcionaran dirección ideológica a sus gobiernos y no simplemente un liderazgo práctico. Friedrich y Brzezinski escriben que "a diferencia de los dictadores militares del pasado, pero al igual que ciertos tipos de jefes primitivos, el dictador totalitario es a la vez gobernante y sumo sacerdote". [50] Es decir, no sólo gobierna, sino que también establece los principios en los que se basará su gobierno. Esto se debe en parte a la forma en que surgen los gobiernos totalitarios. Surgen cuando un movimiento ideológico militante toma el poder, por lo que el primer líder de un gobierno totalitario suele ser el ideólogo que construyó el movimiento que tomó el poder, y los líderes posteriores intentan emularlo. [51]

Dictador y sus secuaces

El dictador totalitario necesita lugartenientes leales para ejecutar sus órdenes fielmente y con un grado razonable de eficiencia. Friedrich y Brzezinski identifican paralelos entre los hombres del entorno de Hitler y Stalin, argumentando que ambos dictadores recurrieron a personas similares para realizar tareas similares. Martin Bormann y Georgy Malenkov eran administradores y burócratas capaces. Heinrich Himmler y Lavrentiy Beria eran jefes despiadados de la policía secreta responsables de reprimir cualquier desafío potencial al poder del dictador. [52] Tanto Hitler como Stalin promovieron la rivalidad y la desconfianza entre sus hombres de confianza para garantizar que ninguno de ellos se volviera lo suficientemente poderoso como para desafiar al propio dictador. [53] Esta es la causa de una importante debilidad de los regímenes totalitarios: el problema de la sucesión. Friedrich señala que ni el gobierno nazi ni el estalinista establecieron ninguna línea oficial de sucesión o mecanismo para decidir quién reemplazaría al dictador después de su muerte. El dictador, venerado "padre del pueblo", era considerado insustituible. Nunca podría haber un heredero aparente porque tal heredero habría sido una amenaza para el poder del dictador mientras estaba vivo; La inevitable muerte del dictador siempre dejaría tras de sí un importante vacío de poder y provocaría una crisis política. En el caso del régimen nazi, dado que Hitler murió pocos días antes de la derrota final de Alemania en la guerra, esto nunca se convirtió en un problema importante; En el caso de la Unión Soviética, la muerte de Stalin provocó una prolongada lucha por el poder. [48]

partido totalitario

Friedrich y Brzezinski también identifican similitudes críticas entre los partidos políticos nazi y estalinista, que los diferencian de otros tipos de partidos políticos. Tanto el Partido Nazi como el Partido Comunista de toda la Unión (bolcheviques) bajo Stalin tenían requisitos estrictos para ser miembro y no aceptaban miembros por el mero acuerdo con la ideología y los objetivos del partido; probaban estrictamente a los miembros potenciales de una manera similar a los clubes exclusivos y, a menudo, participaban en purgas políticas de los miembros, expulsando a un gran número de personas de sus filas y, a veces, arrestando y ejecutando a los expulsados, como en la Gran Purga o la Noche de los Cuchillos Largos . [54] El partido totalitario cultiva la idea de que ser miembro es un privilegio que debe ganarse, y que se requiere obediencia total al líder para mantener este privilegio. Si bien tanto el nazismo como el estalinismo exigieron que los miembros del partido mostraran esa lealtad total en la práctica, diferían en cómo lo abordaron en teoría. El nazismo proclamó abiertamente el ideal jerárquico de obediencia absoluta al Führer y al Führerprinzip como uno de sus principios ideológicos clave. El estalinismo negó haber hecho algo similar y proclamó defender los principios democráticos, siendo supuestamente el congreso del partido formado por delegados electos la máxima autoridad. [55] Las elecciones estalinistas normalmente presentaban un solo candidato, y el congreso del partido se reunía muy raramente y siempre aprobaba las decisiones de Stalin. Independientemente de las diferencias en sus afirmaciones ideológicas subyacentes, los partidos nazi y estalinista se organizaron en la práctica siguiendo líneas similares, con una jerarquía rígida y un liderazgo centralizado. [56]

Cada partido totalitario y dictador está apoyado por una ideología totalitaria específica. Friedrich y Brzezinski están de acuerdo con Arendt en que los líderes nazis y estalinistas realmente creían en sus respectivas ideologías y no las utilizaron simplemente como herramientas para ganar poder. Varias políticas importantes, como la colectivización estalinista de la agricultura en la Unión Soviética o la Solución Final nazi , no pueden explicarse más que por un compromiso genuino para lograr objetivos ideológicos, incluso a un alto costo. [57] Las ideologías y sus objetivos eran diferentes, pero tenían en común un compromiso utópico de remodelar el mundo y una determinación de luchar por cualquier medio necesario contra un enemigo real o imaginario. Este enemigo estereotipado podría describirse como "el judío gordo y rico o el judío bolchevique" para los nazis, o "el Wallstreeter estadounidense belicista y armado con bombas atómicas" para los soviéticos. [58]

Ideología y simbolismo

A la izquierda se muestra un encuentro de las fuerzas soviéticas y alemanas durante la ocupación de Polonia en 1939, mientras que a la derecha se muestra la reunión de las fuerzas soviéticas y estadounidenses el Día del Elba en 1945, destacando un reverso del enemigo-aliado en la propaganda soviética.

Según Friedrich y Brzezinski, la diferencia más importante entre la ideología nazi y la estalinista reside en el grado de universalidad involucrada. El estalinismo, y la ideología comunista en general, tiene un atractivo universal y se dirige a todos los " trabajadores del mundo ". El nazismo, por otra parte, y la ideología fascista en general, sólo pueden dirigirse a una raza o nación en particular, es decir, la "raza superior" que está destinada a dominar a todas las demás. Por lo tanto, "en el comunismo la justicia social parece ser el valor último, a menos que la sociedad sin clases sea su condición esencial; en el fascismo, el valor más elevado es el dominio, eventualmente el dominio mundial, y la raza-nación fuerte y pura es su esencia". condición, según lo visto por su ideología." [59] Esto significa que los movimientos fascistas o nazis de diferentes países serán enemigos naturales más que aliados naturales, ya que cada uno de ellos busca extender el dominio de su propia nación a expensas de los demás. [60]

Friedrich y Brzezinski también llaman la atención sobre los símbolos utilizados por nazis y estalinistas para representarse a sí mismos. La Unión Soviética adoptó la hoz y el martillo , un símbolo de nueva creación "inventado por los líderes del movimiento y que apunta al futuro". Mientras tanto, la Alemania nazi utilizó la esvástica , "un símbolo ritual de origen incierto, bastante común en las sociedades primitivas". [61] Uno intenta proyectarse orientado hacia un futuro radicalmente nuevo, mientras que el otro apela a un pasado mítico y heroico. [58]

Propaganda y terror

La incesante propaganda militar contribuyó a la histeria bélica y a la guerra total . [62]

Las dictaduras totalitarias mantienen el poder mediante la propaganda y el terror, que Friedrich y Brzezinski creen que están estrechamente relacionados. El terrorismo puede imponerse mediante arrestos y ejecuciones de disidentes, pero también puede adoptar formas más sutiles, como la amenaza de perder el trabajo, el estigma social y la difamación. "Terror" puede referirse a cualquier método generalizado utilizado para intimidar a las personas para que se sometan como una cuestión de la vida diaria. Según Friedrich y Brzezinski, el terror más eficaz es invisible para las personas a las que afecta. Desarrollan el hábito de conformarse y no cuestionar la autoridad, sin necesariamente ser conscientes de que eso es lo que están haciendo. [63] El terrorismo crea una sociedad dominada por un aparente consenso, donde la gran mayoría de la población parece apoyar al gobierno. Luego se utiliza la propaganda para mantener esta apariencia de consentimiento popular. [64]

La propaganda totalitaria es una de las características que distingue a los regímenes totalitarios como formas modernas de gobierno. Los separa de las autocracias más antiguas, ya que un gobierno totalitario tiene control total sobre todos los medios de comunicación, no sólo las comunicaciones públicas, como los medios de comunicación, sino también las comunicaciones privadas, como las cartas y las llamadas telefónicas, que son estrictamente monitoreadas. [64] Los métodos de propaganda eran muy similares en la Unión Soviética estalinista y la Alemania nazi. Tanto Joseph Goebbels como los propagandistas soviéticos intentaron demonizar a sus enemigos y presentar una imagen de un pueblo unido detrás de su líder para enfrentar las amenazas extranjeras. En ambos casos, no hubo ningún intento de transmitir matices ideológicos complejos a las masas, sino que el mensaje trataba de una lucha simplista entre el bien y el mal. Tanto el régimen nazi como el estalinista produjeron dos conjuntos de propaganda muy diferentes, uno para consumo interno y otro para potenciales simpatizantes en otros países. Además, ambos regímenes a veces cambiaban radicalmente su línea propagandística cuando hacían la paz con un antiguo enemigo o entraban en guerra con un antiguo aliado. [sesenta y cinco]

Los generales Heinz Guderian y Semyon Krivoshein en el desfile militar conjunto germano-soviético en Brest-Litovsk después de la Cuarta Partición de Polonia y antes de la eventual división de los antiguos aliados.

Paradójicamente, el control total de un gobierno totalitario sobre las comunicaciones hace que ese gobierno esté muy mal informado. Sin posibilidad de que nadie exprese sus críticas, el dictador no tiene forma de saber cuánto apoyo tiene entre la población en general. Dado que todas las políticas gubernamentales siempre se declaran exitosas en la propaganda, los funcionarios no pueden determinar qué funcionó y qué no. [66] Tanto el estalinismo como el nazismo sufrieron este problema, especialmente durante la guerra entre ellos. A medida que la guerra se volvió contra Alemania, hubo una creciente oposición al gobierno de Hitler, incluso dentro de las filas militares, pero Hitler nunca se dio cuenta de esto hasta que fue demasiado tarde, como ocurrió con el complot del 20 de julio . Durante los primeros días del bloqueo de Berlín en 1948, los dirigentes soviéticos aparentemente creían que la población de Berlín Occidental simpatizaba con el comunismo soviético y que solicitarían unirse a la zona soviética. [67] Con el tiempo suficiente, la brecha entre la opinión pública genuina y lo que el gobierno totalitario cree sobre la opinión pública puede crecer tan grande que el gobierno ya no sea capaz ni siquiera de producir propaganda efectiva, porque no sabe lo que piensa la gente y por eso no sabe qué decirles. Friedrich y Brzezinski se refieren a esto como la "ritualización de la propaganda": el régimen totalitario continúa produciendo propaganda como un ritual político, con poco impacto real en la opinión pública. [68]

Arrestos, ejecuciones y campos de concentración

Supervivientes demacrados del campo de concentración de Ebensee , mayo de 1945

Friedrich y Brzezinski analizaron detalladamente el uso totalitario de detenciones masivas, ejecuciones y campos de concentración. Sostienen que "el terror totalitario mantiene, en forma institucionalizada, la guerra civil que originalmente produjo el movimiento totalitario y mediante la cual el régimen puede continuar con su programa, primero de desintegración social y luego de reconstrucción social". [69] Tanto el estalinismo como el nazismo se vieron a sí mismos participando en una lucha de vida o muerte contra enemigos implacables; sin embargo, declarar que la lucha había sido ganada habría significado declarar que la mayoría de los rasgos totalitarios del gobierno ya no eran necesarios. Una fuerza de policía secreta no tiene razón de existir si no hay traidores peligrosos que deban ser encontrados. La lucha o la guerra civil contra los enemigos internos debe institucionalizarse y continuar indefinidamente. En la Unión Soviética estalinista, el aparato represivo finalmente se volvió contra miembros del propio Partido Comunista en la Gran Purga y los juicios farsa que la acompañaron. [70] Por el contrario, el nazismo tuvo una vida mucho más corta en el poder, y el terror nazi en general mantuvo un enfoque externo, dando siempre la máxima prioridad al exterminio de los judíos. Los nazis no se concentraron en la purga de su propio partido, excepto de forma limitada en dos ocasiones (la Noche de los Cuchillos Largos y las secuelas del complot del 20 de julio). [71]

El pico del terror totalitario se alcanzó con los campos de concentración nazis . Estos iban desde campos de trabajo hasta campos de exterminio, y Friedrich y Brzezinski los describen como destinados a "eliminar a todos los enemigos reales, potenciales e imaginarios del régimen". [72] Como el campo de los estudios del Holocausto todavía estaba en sus primeras etapas en el momento de escribir este artículo, no describen las condiciones en detalle, pero se refieren a los campos como si implicaran "una crueldad extrema". [73] También comparan estos campos con el sistema soviético Gulag y destacan los campos de concentración como un método de castigo y ejecución por parte de los regímenes nazi y estalinista por igual. A diferencia de Hannah Arendt, que sostenía que los campos de Gulag no tenían ningún propósito económico, Friedrich y Brzezinski postulan que proporcionaron una fuente importante de mano de obra barata para la economía estalinista. [74]

Moshe Lewin e Ian Kershaw

Ian Kershaw

Alemania y Rusia

El estudio comparativo del nazismo y el estalinismo fue profundizado por otros académicos, como Moshe Lewin e Ian Kershaw , y sus colaboradores. Al escribir después de la disolución de la Unión Soviética , Lewin y Kershaw adoptan una perspectiva histórica más amplia y consideran al nazismo y al estalinismo no tanto como ejemplos de un nuevo tipo de sociedad como lo hicieron Arendt, Friedrich y Brzezinski, sino más bien como "anomalías" o "anomalías" históricas. desviaciones inusuales del camino típico de desarrollo que se espera que sigan la mayoría de las sociedades industriales. [6]

La tarea de comparar el nazismo y el estalinismo es, según ellos, la tarea de explicar por qué Alemania y Rusia (junto con otros países) se desviaron de la norma histórica. Al principio, Lewin y Kershaw identifican similitudes entre las situaciones históricas de Alemania y Rusia antes de la Primera Guerra Mundial y durante esa guerra. Ambos países estaban gobernados por monarquías autoritarias, que estaban bajo presión para hacer concesiones a las demandas populares. Ambos países tenían "burocracias poderosas y fuertes tradiciones militares". Ambos tenían "poderosas clases terratenientes" y al mismo tiempo estaban en proceso de rápida industrialización y modernización. Ambos países tenían políticas exteriores expansionistas con un interés particular en Europa central y oriental. Lewin y Kershaw dicen que estos factores no hicieron que el estalinismo o el nazismo fueran inevitables, pero ayudan a explicar por qué los regímenes estalinista y nazi desarrollaron características similares. [75]

Similitudes y diferencias de los sistemas.

Ian Kershaw afirmó que el estalinismo y el nazismo son comparables en "la naturaleza y el alcance de su inhumanidad", pero que los dos regímenes eran diferentes en algunos aspectos. [76] Lewin y Kershaw cuestionan la utilidad de agrupar a los regímenes nazi y estalinista bajo una categoría totalitaria, diciendo que sigue siendo una cuestión abierta si las similitudes entre ellos son mayores o menores que las diferencias. [77] En particular, critican lo que ven como un intento motivado ideológicamente de determinar qué régimen mató a más personas, diciendo que los apologistas de cada régimen están tratando de defender su bando afirmando que el otro fue responsable de más muertes. [78]

Culto a la personalidad

La glorificación omnipresente del líder supremo, ya sea Führer o Vozhd , contribuyó a los respectivos cultos a la personalidad . [79]

Lewin y Kershaw sitúan el culto a la personalidad en el centro de su comparación entre el nazismo y el estalinismo, y escriben que ambos regímenes "representaban un nuevo género de sistema político centrado en la construcción artificial de un culto al liderazgo: el 'mito heroico' del 'gran "líder", ya no un rey o un emperador sino un "hombre del pueblo". [80] En cuanto al estalinismo, enfatizan su carácter burocrático y su "fusión de los rasgos más modernos con los más arcaicos" al combinar la tecnología moderna y los últimos métodos de administración y propaganda con la antigua práctica del gobierno arbitrario de un solo hombre. [81] Comparan esto con la tradición militar prusiana en Alemania, que había sido llamada "absolutismo burocrático" en el siglo XVIII, que jugó un papel importante en la organización del estado nazi en el siglo XX. [82]

Kershaw está de acuerdo con Hans Mommsen en que había una diferencia fundamental entre el nazismo y el estalinismo en cuanto a la importancia del líder. El estalinismo tenía un líder absoluto, pero no era imprescindible. Otro podría reemplazarlo. El nazismo, por otra parte, era un "movimiento de liderazgo carismático clásico", definido enteramente por su líder. El estalinismo tenía una ideología que existía independientemente de Stalin, pero para el nazismo, "Hitler era una ortodoxia ideológica", y los ideales nazis eran, por definición, lo que Hitler dijera que eran. En el estalinismo, el aparato burocrático era el fundamento del sistema, mientras que en el nazismo, la persona del líder era el fundamento. [83]

Lewin también se centra en la comparación entre los cultos a la personalidad de Hitler y Stalin, y sus respectivos roles en la Alemania nazi y la Unión Soviética. Se refiere a ellos como el "mito de Hitler" y el "mito de Stalin", y postula que cumplieron funciones diferentes dentro de sus dos regímenes. La función del "mito de Hitler" era legitimar el gobierno nazi, mientras que la función del "mito de Stalin" era legitimar no el gobierno soviético en sí, sino el liderazgo de Stalin dentro del Partido Comunista. El culto a la personalidad de Stalin existía precisamente porque Stalin sabía que era reemplazable y temía ser reemplazado, por lo que necesitaba reforzar su autoridad tanto como fuera posible. Mientras que el "mito de Hitler" era esencial para la Alemania nazi, el "mito de Stalin" era esencial sólo para Stalin, no para la propia Unión Soviética. [84]

Inestabilidad intrínseca de los sistemas totalitarios

Junto con Mommsen, Lewin postula que los regímenes estalinista y nazi presentaban una "contradicción estructural intrínseca" que conducía a una "autodestrucción inherente": dependían de una burocracia estatal altamente organizada que intentaba establecer reglas y procedimientos complejos para todos los aspectos. de la vida, sin embargo, esta burocracia estaba bajo el completo control personal de un déspota que tomaba decisiones políticas como mejor le parecía, cambiando rutinariamente de opinión sobre cuestiones importantes, sin tener en cuenta las reglas e instituciones que su propia burocracia había establecido. [82] La burocracia y el líder se necesitaban mutuamente, pero también se socavaban mutuamente con sus diferentes prioridades. Mommsen ve esto como un problema mucho mayor en la Alemania nazi que en la Unión Soviética de Stalin, ya que los nazis heredaron gran parte de la burocracia tradicional alemana. Mientras tanto, los soviéticos construyeron en gran medida su burocracia desde cero. [85] Él cree que muchas de las características irracionales del régimen nazi, como el desperdicio de recursos en el exterminio de poblaciones indeseables en lugar de utilizar esos recursos en el esfuerzo bélico, fueron causadas por la disfunción del Estado nazi más que por un compromiso fanático con el régimen nazi. ideología. [86]

Según el Führerprinzip , todo el poder de decisión en el Estado nazi recaía en última instancia en Hitler, quien a menudo sólo emitía directivas vagas y generales, obligando a otros líderes nazis de niveles inferiores en la jerarquía a adivinar qué quería exactamente el Führer . Esta confusión produjo competencia entre los funcionarios nazis, ya que cada uno de ellos intentó demostrar que era un nazi más dedicado que sus rivales participando en políticas cada vez más extremas. Esta competencia por complacer a Hitler fue, según Mommsen, la verdadera causa de la irracionalidad nazi. [87] Hitler era consciente de ello y lo alentó deliberadamente por una "convicción socialdarwinista de que el mejor hombre prevalecería en última instancia". [88] Mommsen afirma que esto representa una diferencia estructural entre los regímenes de Hitler y Stalin. A pesar de sus purgas, el régimen de Stalin fue más eficaz a la hora de construir una burocracia estable, de modo que el sistema pudiera sostenerse y continuar incluso sin Stalin. El régimen nazi, por otro lado, era mucho más personalizado y dependía completamente de Hitler, siendo incapaz de construir instituciones duraderas. [89]

stalin y hitler

Respuesta de Stalin a las felicitaciones de cumpleaños que le envió Hitler el 25 de diciembre de 1939

Kershaw también vio importantes diferencias personales entre Stalin y Hitler y sus respectivos estilos de gobierno. Describe a Stalin como "un hombre de comité, un jefe oligarca, un hombre de la máquina" y una "criatura de su partido", que llegó al poder sólo gracias a su partido y su capacidad para manipular las palancas del poder dentro de ese partido. [90] Hitler, por el contrario, llegó al poder basándose en su carisma y atractivo para las masas, y en el régimen nazi, fue el líder quien creó el partido y no al revés. [90] Según Kershaw, "Stalin era un dictador altamente intervencionista, que enviaba una serie de cartas y directivas que determinaban o interferían en la política". Mientras tanto, Hitler "era un dictador no intervencionista en lo que a la administración gubernamental se refería", prefiriendo involucrarse en asuntos militares y planes de conquista en lugar de la rutina diaria del trabajo gubernamental, y dando sólo amplias instrucciones verbales a sus subordinados en materia de asuntos civiles. asuntos, que se esperaba que se tradujeran en políticas. [91]

Aunque ambos regímenes presentaban cultos a la personalidad omnipresentes, había una diferencia cualitativa entre esos cultos. El culto a la personalidad de Stalin se "superpuso a la ideología marxista-leninista y al Partido Comunista". Podría abandonarse o sustituirse por un culto a la personalidad en torno a algún otro líder sin grandes cambios en el régimen. Por otro lado, "el 'mito de Hitler' era estructuralmente indispensable, y la base misma, y ​​apenas distinguible de, el movimiento nazi y su Weltanschauung ". [92] La creencia en la persona de Hitler como el único salvador de la nación alemana fue la base misma del nazismo, hasta tal punto que al nazismo le resultó imposible siquiera imaginar un sucesor de Hitler. [93] En el análisis de Kershaw, el estalinismo era un sistema fundamentalmente burocrático, mientras que el nazismo encarnaba la "autoridad carismática" como la describe Max Weber . El estalinismo podría existir sin su líder, mientras que el nazismo no. [94]

Philippe Burrin, Henry Rousso y Nicolas Werth

El tema de las comparaciones entre nazismo y estalinismo también fue estudiado en las décadas de 1990 y 2000 por los historiadores Philippe Burrin, Henry Rousso y Nicolas Werth . [5]

Diferencias entre nazismo y estalinismo

Rousso defiende el trabajo de Carl Friedrich señalando que el propio Friedrich sólo había dicho que el estalinismo y el nazismo eran comparables, no que fueran idénticos. Rousso también dice que la popularidad del concepto de totalitarismo, la forma en que un gran número de personas ha llegado a referirse rutinariamente a ciertos gobiernos como totalitarios, debe verse como evidencia de que el concepto es útil, que describe un tipo específico de gobierno que Es diferente a otras dictaduras. [5] Al mismo tiempo, Rousso afirma que el concepto de totalitarismo es más descriptivo que analítico: los regímenes descritos como totalitarios no tienen un origen común y no surgieron de manera similar. El nazismo es único entre los regímenes totalitarios al haber tomado el poder en "un país dotado de una economía industrial avanzada y de un sistema de democracia política (y un pluralismo político aún más antiguo)". [95]

Según Rousso, todos los demás ejemplos de totalitarismo, incluido el régimen estalinista, tomaron el poder "en una economía agraria, en una sociedad pobre sin una tradición de pluralismo político, por no hablar de democracia, y donde tradicionalmente habían prevalecido diversas formas de tiranía". [95] Ve esto como una debilidad del concepto de totalitarismo, porque simplemente describe las similitudes entre el estalinismo y el nazismo sin abordar las formas muy diferentes en que llegaron al poder. [96] Por otro lado, Rousso coincide con Arendt en que "los regímenes totalitarios constituyen algo nuevo con respecto a la tiranía clásica, los regímenes autoritarios u otras formas de dictaduras antiguas y medievales", y dice que la principal fortaleza del concepto de totalitarismo es la forma en que resalta esta novedad inherente de los regímenes involucrados. [96]

Conflicto entre dictador y burocracia

Nicolás Werth

Nicolas Werth y Philippe Burrin han trabajado en evaluaciones comparativas del estalinismo y el nazismo, con Werth cubriendo el régimen estalinista y Burrin cubriendo la Alemania nazi. Uno de los temas que han estudiado es cuánto poder tuvo el dictador en los dos regímenes. Werth identifica dos enfoques historiográficos principales en el estudio del régimen estalinista: los que enfatizan el poder y el control ejercido por el propio Stalin, atribuyendo la mayoría de las acciones del gobierno soviético a planes y decisiones deliberados tomados por él, y los que postulan que Stalin no tenía ningún curso de acción predeterminado en mente, que estaba reaccionando a los acontecimientos a medida que se desarrollaban y que la burocracia soviética tenía su propia agenda que a menudo difería de los deseos de Stalin. [97] Werth los considera dos extremos erróneos, uno que hace que Stalin parezca todopoderoso y el otro que lo hace parecer un dictador débil. [98] Cree que las perspectivas contrapuestas ayudan a llamar la atención sobre la tensión entre dos formas diferentes de organización en la Unión Soviética estalinista, a saber, un "sistema de mando administrativo", burocrático y resistente al cambio pero eficaz para dirigir el Estado soviético, y la estrategia de "dirigir el país de una manera crudamente despótica por parte de Stalin y su pequeño grupo de directores". [99] Werth está de acuerdo con Lewin en que había un conflicto inherente entre las prioridades de la burocracia soviética y la acumulación de poder absoluto por parte de Stalin en sus propias manos. Según Werth, este conflicto no resuelto y no declarado condujo a la Gran Purga y al uso del terror por parte del régimen de Stalin contra su partido y sus cuadros estatales. [100]

Al estudiar cuestiones similares relativas al régimen nazi, Burrin llama la atención sobre el debate entre las escuelas de pensamiento "intencionalista" y "funcionalista", que abordaban la cuestión de si el régimen nazi representaba una extensión de la voluntad autocrática de Hitler, obedeciendo fielmente sus deseos. , o si se trataba de un sistema esencialmente caótico e incontrolable que funcionaba por sí solo con poca intervención directa del Führer . [101] Al igual que Kershaw y Lewin, Burrin dice que la relación entre el líder y la ideología de su partido era diferente en el nazismo en comparación con el estalinismo en que "[uno] puede afirmar correctamente que el nazismo no puede disociarse del hitlerismo, algo que es difícil de "Afirmar por el bolchevismo y el estalinismo". A diferencia de Stalin, que heredó un sistema existente con una ideología existente y se presentó como heredero de la tradición política leninista, Hitler creó él mismo tanto su movimiento como su ideología, y afirmó ser "alguien enviado por la Providencia, un Mesías a quien los alemanes La gente había estado esperando durante siglos, incluso durante dos mil años, como le gustaba decir a Heinrich Himmler." [102] No podía haber ningún conflicto entre el partido y el líder en la Alemania nazi porque la única razón de existencia del Partido Nazi era apoyar y seguir a Hitler; Había potencial de división entre el líder y la burocracia estatal debido a la forma en que el nazismo llegó al poder como parte de una alianza con las elites conservadoras tradicionales, los industriales y el ejército. [103]

A diferencia de la Unión Soviética, la Alemania nazi no construyó su propio Estado sino que heredó la maquinaria estatal del gobierno anterior. Esto proporcionó a los nazis un suministro inmediato de gerentes y comandantes militares capaces y experimentados; sin embargo, también significó que el régimen nazi tuvo que depender de la cooperación de personas que no habían sido nazis antes del ascenso de Hitler al poder y cuya lealtad era cuestionable. [104] Fue sólo durante la guerra, cuando la Alemania nazi conquistó grandes territorios y tuvo que crear administraciones nazis para ellos, que se crearon nuevas burocracias nazis sin ningún aporte o participación de las élites alemanas tradicionales. Esto produjo una sorprendente diferencia entre el nazismo y el estalinismo; Cuando la Unión Soviética estalinista conquistó territorio, creó copias más pequeñas de sí misma y las instaló como los gobiernos de los países ocupados, mientras que la Alemania nazi no intentó crear copias del gobierno alemán en casa y experimentó con diferentes estructuras y políticas de poder. a menudo reflejando una "nazificación de la sociedad mucho más amplia que la que autorizaba el equilibrio de poder en el Reich". [105]

El papel del terror y la violencia

A la izquierda se muestran los trabajadores esclavos de Neuengamme excavando el canal Dove-Elba, a la derecha, los militares del canal Belbaltlag excavando el canal Mar Blanco-Báltico.

Otro tema importante investigado por Werth y Burrin fue la violencia y el terror empleados por los regímenes de Hitler y Stalin. Werth informa que la Unión Soviética estalinista sufrió una "extraordinaria brutalización de las relaciones entre el Estado y la sociedad" para una rápida modernización e industrialización, para "ganar cien años en una década y metamorfosear al país en una gran potencia industrial". [106] Esta transformación se logró a costa de una violencia masiva y una regresión sociopolítica hacia lo que Werth llama "explotación militar-feudal". [106] Los tipos de violencia empleados por el régimen estalinista incluyeron la pérdida de derechos civiles, arrestos masivos, deportaciones de grupos étnicos enteros de una parte de la Unión Soviética a otra, trabajos forzados en el Gulag , ejecuciones masivas (especialmente durante el Gran Terror). de 1937-1938), y sobre todo la gran hambruna de 1932-1933, conocida como el Holodomor . [107] Todos los niveles de la sociedad soviética se vieron afectados por la represión estalinista, de arriba a abajo. En la cima, miembros de alto rango del Partido Comunista Soviético fueron arrestados y ejecutados bajo el argumento de que habían conspirado contra Stalin. En algunos casos, fueron obligados a confesar crímenes imaginarios en los juicios de Moscú. En la base, el campesinado sufrió la hambruna soviética de 1930-1933 y se enfrentó a cuotas de cereales muy elevadas incluso fuera de los años de hambruna. [108]

Werth identifica cuatro categorías de personas que se convirtieron en blanco de la violencia estalinista en la Unión Soviética. Los enumera de menor a mayor. El primer y más pequeño grupo estaba formado por muchos de los antiguos compañeros de armas de Stalin, que habían participado en la revolución y eran conocidos como viejos bolcheviques . Eran peligrosos para Stalin porque lo habían conocido antes de su ascenso al poder y podían, incluso sin querer, exponer las muchas afirmaciones falsas hechas por su culto a la personalidad. El segundo grupo estaba formado por funcionarios de nivel medio del Partido Comunista, sujetos a arrestos y ejecuciones masivas a finales de la década de 1930, particularmente durante la Gran Purga. Eliminarlos tuvo un doble propósito; ayudó a Stalin a centralizar el poder en el Kremlin en lugar de en centros regionales y le proporcionó "funcionarios corruptos" a los que podía culpar de represiones anteriores y políticas impopulares. Werth establece paralelismos entre esto y la antigua tradición zarista de culpar a los "malos burócratas" por las acciones gubernamentales impopulares, en lugar de culpar al zar . [108] El tercer grupo estaba formado por ciudadanos comunes y corrientes de todos los ámbitos de la vida que recurrían a delitos menores para mantenerse ante el empeoramiento del nivel de vida, por ejemplo, llevándose a casa algo de trigo del campo o herramientas de la fábrica. . Este tipo de delitos menores se generalizó mucho y a menudo fue castigado como sabotaje motivado por la oposición política a la Unión Soviética. La cuarta y más grande categoría estaba formada por grupos étnicos sujetos a deportación, hambruna o arrestos arbitrarios bajo sospecha de ser colectivamente desleales a Stalin o al Estado soviético. Esto incluyó el Holodomor, la deportación de grupos étnicos sospechosos de simpatizar con los alemanes, como los alemanes del Volga , los tártaros de Crimea , los chechenos y otros, y eventualmente también la persecución de judíos étnicos , especialmente cuando Stalin se volvió cada vez más antisemita cerca del final. de su vida. [109]

El estudio de Burrin sobre la violencia llevada a cabo por el régimen nazi comienza con la observación de que "la violencia está en el corazón del nazismo" y que la violencia nazi está "establecida como doctrina y exaltada en el discurso". [110] Según Burrin, esto marca un punto de diferencia entre el nazismo y el estalinismo. En el estalinismo había un abismo entre ideología y realidad en lo que respecta a la violencia. El régimen soviético negó continuamente ser represivo, se proclamó defensor de la paz y trató de ocultar todas las pruebas de lo contrario. En el nazismo, en cambio, "doctrina y realidad estuvieron fusionadas desde el principio". El nazismo no sólo practicó la represión violenta y la guerra, sino que también la defendió en principio, considerando la guerra como una fuerza positiva en la civilización humana y buscando abiertamente el Lebensraum ("espacio vital") y la dominación del continente europeo por parte de los alemanes étnicos. [110]

Burrin identifica tres motivaciones para la violencia nazi: la represión política, la exclusión y represión social, y la política racial. [111] La primera de ellas, la represión política, es común en muchas dictaduras. Los nazis pretendían eliminar a sus oponentes políticos reales o imaginarios, primero en el Reich y luego en los territorios ocupados durante la guerra. Algunos de estos opositores fueron ejecutados, mientras que otros fueron encarcelados en campos de concentración. Los primeros objetivos de la represión política, inmediatamente después del ascenso de Hitler al poder en 1933, fueron los partidos de izquierda en general y el Partido Comunista de Alemania en particular. [111] Después de mediados de la década de 1930, la represión se extendió a los miembros del clero y más tarde a la oposición conservadora, especialmente después del intento fallido de asesinar a Hitler en 1944. La pena de muerte se utilizó a gran escala, incluso antes de la guerra. Durante la guerra, la represión política se amplió enormemente dentro de Alemania y especialmente en los territorios recién ocupados. Los prisioneros políticos en los campos de concentración sumaban sólo unos 25.000 al comienzo de la guerra. En enero de 1945, habían aumentado a 714.211, la mayoría de ellos no alemanes acusados ​​de conspirar contra el Reich. [111] El segundo tipo de violencia nazi, motivada por la exclusión y la represión social, fue la violencia destinada a purgar la sociedad alemana de personas cuyo estilo de vida se consideraba incompatible con las normas sociales del régimen nazi, incluso si las personas involucradas eran racialmente puras y sano. Estas personas se dividieron en dos categorías: homosexuales y "asociales", que estaban vagamente definidos e incluían "gitanos, vagabundos, mendigos, prostitutas, alcohólicos, los desempleados que rechazaban cualquier empleo y los que abandonaban su trabajo con frecuencia o sin motivo alguno". razón." [111]

El tercer y último tipo de violencia nazi, con diferencia el más extendido, fue la violencia motivada por las políticas raciales nazis . Esto tenía como objetivo tanto hacia adentro, limpiar la "raza aria" de elementos "degenerados" y de vida indigna de vida , como hacia afuera, para buscar el exterminio de los Untermenschen ("subhumanos"); Entre las primeras víctimas se encontraban alemanes considerados física o mentalmente incapacitados. Una de las primeras leyes del régimen nazi ordenaba la esterilización forzada de personas que padecieran discapacidades físicas o afecciones psiquiátricas consideradas hereditarias. Posteriormente, la esterilización fue sustituida por el asesinato de enfermos mentales y personas con discapacidades graves en el marco de un programa de "eutanasia" llamado Aktion T4 . [112] Burrin afirma que esto no sirvió para ningún propósito político práctico, ya que las personas asesinadas no podrían haber sido opositores políticos del régimen. Por tanto, la motivación era puramente una cuestión de ideología racial. [113] Los actos de violencia nazi más sistemáticos y, con mucho, los de mayor escala, estuvieron dirigidos a poblaciones no alemanas "racialmente inferiores". Como se establece en el Plan General Ost , los nazis deseaban eliminar a la mayoría de las poblaciones eslavas de Europa del Este, en parte mediante la deportación y en parte mediante el asesinato, para asegurar tierras para el asentamiento y la colonización de etnia alemana. [114] Aún más urgentemente, los nazis deseaban exterminar a los judíos de Europa, a quienes consideraban el implacable enemigo racial de los alemanes. Esto culminó con el Holocausto , el genocidio nazi de los judíos. A diferencia de todas las demás poblaciones objetivo, los judíos debían ser exterminados por completo, sin excepciones individuales por ningún motivo. [115]

Michael Geyer y Sheila Fitzpatrick

En Más allá del totalitarismo: estalinismo y nazismo comparados , los editores Michael Geyer y Sheila Fitzpatrick cuestionan el concepto de totalitarismo, señalando que el término entró en el discurso político primero como un término de autodescripción por parte de los fascistas italianos y sólo más tarde fue utilizado como marco para comparar. La Alemania nazi con la Unión Soviética. [116] Postulan que los estados totalitarios no eran tan monolíticos ni tan ideológicos como parecían. [117] Geyer y Fitzpatrick describen a la Alemania nazi y la Unión Soviética estalinista como "dictaduras inmensamente poderosas, amenazantes y contagiosas" que "sacudieron al mundo con su antagonismo". [118] Sin llamarlos totalitarios , identifican sus características comunes, incluido el genocidio, un partido todopoderoso, un líder carismático y una invasión generalizada de la privacidad. [119] Postulan que el estalinismo y el nazismo no representaron un tipo de gobierno nuevo y único, y pueden ubicarse en el contexto más amplio del giro hacia la dictadura en Europa en el período de entreguerras. [120] Parecen extraordinarios porque fueron las "más prominentes, más testarudas y más violentas" de las dictaduras europeas del siglo XX. [121] Son comparables por su "conmoción y pavor" y su pura crueldad, pero debajo de las similitudes superficiales eran fundamentalmente diferentes, y que "cuando se trata de una comparación uno a uno, las dos sociedades y regímenes bien podrían haber provenido de mundos diferentes." [122]

Según Geyer y Fitzpatrick, las similitudes entre el nazismo y el estalinismo se deben a que estaban "impulsados ​​por la ideología" y buscaban subordinar todos los aspectos de la vida a sus respectivas ideologías. Las diferencias surgen del hecho de que sus ideologías eran opuestas entre sí y se consideraban enemigos. [122] Otra diferencia importante es que Stalin creó un régimen estable y duradero, mientras que la Alemania nazi tenía una "naturaleza explosiva y de corta duración". [121] El estado estable creado por el estalinismo se basó en una élite completamente nueva, mientras que el nazismo, a pesar de contar con el apoyo de la élite tradicional, no logró lograr la estabilidad. [123] Según Geyer y Fitzpatrick, los dos regímenes tomaron prestadas ideas el uno del otro, especialmente en lo que respecta a las técnicas de propaganda , sobre todo en arquitectura y cine, pero también en términos de vigilancia estatal y antisemitismo. Al mismo tiempo, ambos negaron rotundamente haber tomado prestado algo el uno del otro. [124] Si bien sus métodos de propaganda eran similares, el contenido era diferente; La propaganda soviética en tiempos de guerra giraba en torno a la idea de resistir la agresión imperial, mientras que la propaganda nazi giraba en torno a guerras de conquista racial. [125] Geyer y Fitzpatrick afirman que si bien tanto el estalinismo como el nazismo buscaban crear un Hombre Nuevo, un "personaje enteramente moderno, iliberal y hecho a sí mismo", tenían diferentes visiones sobre lo que significaría ser un Hombre Nuevo. [126]

Biopolítica, eugenesia e ingeniería social

Entre los otros autores que contribuyen al volumen editado por Geyer y Fitzpatrick, David L. Hoffmann y Annette Timm analizan la biopolítica y las políticas pronatalistas de los regímenes nazi y estalinista. Ambos gobiernos estaban muy preocupados por las bajas tasas de fertilidad en sus respectivas poblaciones y aplicaron técnicas de ingeniería social extensas e intrusivas para aumentar los nacimientos. [127] Las políticas reproductivas en la Unión Soviética y la Alemania nazi se administraron a través de sus sistemas de atención médica. Ambos regímenes vieron la atención médica como un pilar clave de sus diseños para desarrollar una nueva sociedad. [128] Mientras que la Unión Soviética tuvo que diseñar un sistema de atención de salud pública desde cero, la Alemania nazi se basó en el sistema de atención de salud pública preexistente de Alemania que existía desde 1883, cuando la legislación de Otto von Bismarck había creado el primer sistema nacional de salud pública del mundo. programa de atención. [128] Los nazis centralizaron el sistema de atención médica alemán para imponerle componentes ideológicos nazis. Reemplazaron las agencias de bienestar gubernamentales y voluntarias existentes por otras nuevas dedicadas a la higiene racial y otros componentes de la ideología nazi. [129]

El intento nazi y estalinista de controlar el tamaño de la familia no fue el único. Muchos otros estados europeos practicaban la eugenesia en esa época (incluida la mayoría de los aliados), y los ideales estalinistas y nazis eran muy diferentes. [130] Tenían más en común con terceros que entre sí, ya que las políticas de la Alemania nazi eran algo similares a las de Escandinavia en ese momento. En contraste, las políticas de la Unión Soviética se parecían a las de los países católicos. [131] El punto común entre las prácticas nazis y estalinistas fue la conexión de las políticas de reproducción con los objetivos ideológicos del Estado, descritos como "parte del proyecto de una visión racional e hipermoderna para la reorganización de la sociedad". [132] Sin embargo, hubo diferencias sustanciales entre los enfoques de los dos regímenes. La Unión Soviética de Stalin nunca apoyó oficialmente la eugenesia como lo hicieron los nazis, y el gobierno soviético llamó a la eugenesia una "ciencia fascista", aunque hubo eugenistas soviéticos. [133] Los dos regímenes también tenían enfoques diferentes de la relación entre la familia y el trabajo remunerado, ya que el nazismo promovió la familia masculina con un solo sostén de familia, mientras que el estalinismo promovió los hogares con dos salarios. [134]

Violencia masiva, xenofobia y persecución de minorías étnicas

En otra contribución al mismo volumen, Christian Gerlach y Nicolas Werth discuten el tema de la violencia masiva y la forma en que tanto el estalinismo como el nazismo la utilizaron. [135] Tanto la Unión Soviética de Stalin como la Alemania nazi fueron sociedades violentas donde el Estado aceptó la violencia masiva, como el Gran Terror de 1937 a 1938 en la Unión Soviética y el Holocausto en la Alemania nazi y sus territorios ocupados en la Segunda Guerra Mundial. [136]

La Unión Soviética estalinista y la Alemania nazi utilizaron campos de internamiento dirigidos por agencias estatales: la NKVD en la Unión Soviética y las SS en la Alemania nazi. [135] También participaron en violencia contra minorías basada en la xenofobia , siendo la violencia xenófoba de los nazis abierta pero racionalizada como dirigida contra elementos "asociales". Por el contrario, la violencia xenófoba de los estalinistas se disfrazó como dirigida contra elementos "antisoviéticos", " contrarrevolucionarios " y "socialmente dañinos", término que a menudo se refería a las nacionalidades de la diáspora. [137] La ​​Unión Soviética estalinista estableció "asentamientos especiales" a los que se expulsaba a los "socialmente dañinos" o "socialmente peligrosos", entre los que se incluían ex convictos, delincuentes, vagabundos, privados de derechos y "elementos desclasados". [138] Estos "asentamientos especiales" estaban principalmente en Siberia, el extremo norte, los Urales u otros territorios inhóspitos. [139] En julio de 1933, la Unión Soviética arrestó en masa a 5.000 romaníes basándose efectivamente en su origen étnico, quienes fueron deportados ese mes a los "asentamientos especiales" en Siberia occidental. [139] En 1935, la Unión Soviética arrestó a 160.000 personas sin hogar y delincuentes juveniles y envió a muchos de ellos a colonias laborales del NKVD donde realizaban trabajos forzados. [140]

El régimen nazi se fundó sobre una visión racialista de la política y preveía la deportación o el exterminio de la mayoría de la población de Europa del Este para abrir un "espacio vital" para los colonos étnicos alemanes. [141] Esto estaba destinado principalmente a llevarse a cabo después de una eventual victoria alemana, pero ya se habían comenzado a tomar medidas mientras la guerra aún estaba en curso. Por ejemplo, a finales de 1942, los nazis habían deportado a 365.000 polacos y judíos de sus hogares originales en el oeste de Polonia (ahora anexada a Alemania) y al Gobierno General . Otros 194.000 polacos fueron desplazados internamente (no deportados a otro territorio sino expulsados ​​de sus hogares). Los nazis también deportaron a 100.000 personas de Alsacia, Lorena y Luxemburgo, así como a 54.000 eslovenos. [142]

En la práctica, el estalinismo en la Unión Soviética impulsó las deportaciones étnicas desde la década de 1930 hasta principios de la de 1950, y un total de 3 millones de ciudadanos soviéticos fueron sometidos a reasentamiento por motivos étnicos. [143] La primera deportación étnica importante tuvo lugar entre diciembre de 1932 y enero de 1933. Unos 60.000 cosacos de Kuban fueron acusados ​​penalmente colectivamente de asociación con la resistencia al socialismo y afiliación al nacionalismo ucraniano. [144] De 1935 a 1936, la Unión Soviética deportó a ciudadanos soviéticos de origen polaco y alemán que vivían en los distritos occidentales de Ucrania, y a ciudadanos soviéticos de origen finlandés que vivían en la frontera entre Finlandia y la Unión Soviética. [144] Estas deportaciones de 1935 a 1936 afectaron a decenas de miles de familias. [144] De septiembre a octubre de 1937, las autoridades soviéticas deportaron a la minoría coreana de su región del Lejano Oriente que limitaba con la Corea controlada por los japoneses. [144] Las autoridades soviéticas afirmaron que el territorio era "un suelo rico para que los japoneses lo cultivaran", lo que implica una sospecha soviética de que los coreanos podrían unir fuerzas con los japoneses para unir la tierra con la Corea controlada por los japoneses. [144] Más de 170.000 coreanos fueron deportados a partes remotas del Asia central soviética entre septiembre y octubre de 1937. Estas deportaciones por motivos étnicos reflejaron una nueva tendencia en la política estalinista, una "xenofobia soviética" basada en motivos ideológicos que sospechaban que estas personas eran susceptibles. a la influencia extranjera, y que también se basó en un resurgimiento del nacionalismo ruso . [144]

Después de que la Alemania nazi declarara la guerra a la Unión Soviética en 1941, la Unión Soviética inició otra importante ronda de deportaciones étnicas. El primer grupo objetivo fueron los alemanes soviéticos. Entre septiembre de 1941 y febrero de 1942, 900.000 personas, más del 70 por ciento de toda la comunidad alemana soviética, fueron deportadas a Kazajstán y Siberia en operaciones masivas. [145] Una segunda ola de deportaciones masivas tuvo lugar entre noviembre de 1943 y mayo de 1944, en la que las autoridades soviéticas expulsaron a seis grupos étnicos, como los balkars , chechenos , tártaros de Crimea , ingush , karachai y kalmyks , que en conjunto sumaban 900.000. [146] También hubo operaciones de menor escala que involucraron limpieza étnica de minorías de la diáspora durante y después de la Segunda Guerra Mundial, en las que decenas de miles de búlgaros de Crimea, griegos, iraníes, khemshiles, kurdos y turcos mesjetios fueron deportados del Mar Negro y Regiones fronterizas transcaucásicas. [146]

Dos grupos étnicos específicamente objeto de persecución por parte de la Unión Soviética de Stalin fueron los chechenos y los ingush. [146] A diferencia de las otras nacionalidades sospechosas de tener conexiones con estados extranjeros que compartían su origen étnico, los chechenos y los ingush eran pueblos completamente indígenas de la Unión Soviética. [146] En lugar de ser acusados ​​de colaboración con enemigos extranjeros, se consideraba que estos dos grupos étnicos tenían culturas que no encajaban con la cultura soviética, como acusar a los chechenos de estar asociados con el "banditismo", y las autoridades afirmaron que los soviéticos La Unión tuvo que intervenir para "rehacer" y "reformar" estas culturas. [146] En la práctica, esto significó operaciones punitivas fuertemente armadas contra "bandidos" chechenos que no lograron la asimilación forzada, culminando en una operación de limpieza étnica en 1944, que implicó el arresto y la deportación de más de 500.000 chechenos e ingush del Cáucaso al Centro. Asia y Kazajstán . [147] Las deportaciones de chechenos e ingush también implicaron la masacre abierta de miles de personas y severas condiciones impuestas a los deportados; los metieron en vagones de tren sin sellar, con poca o ninguna comida para un viaje de cuatro semanas durante el cual muchos murieron de hambre y cansancio. [148] La principal diferencia entre las deportaciones nazis y estalinistas estaba en su propósito. Mientras la Alemania nazi buscaba una limpieza étnica para permitir el asentamiento de alemanes en el territorio limpiado, la Unión Soviética de Stalin llevó a cabo una limpieza étnica para expulsar a las minorías de áreas estratégicamente importantes. [149]

Otros eruditos

En 1952, el historiador británico Alan Bullock escribió la primera biografía completa de Hitler, que dominó los estudios sobre Hitler durante muchos años. [150] [151] [152] Su Hitler: un estudio sobre la tiranía lo mostró como un Machtpolitiker ("político de poder") oportunista desprovisto de principios, creencias o escrúpulos, cuyas acciones a lo largo de su carrera fueron motivadas únicamente por un ansia de poder. . Las opiniones de Bullock llevaron en la década de 1950 a un debate con Hugh Trevor-Roper , quien postulaba que Hitler poseía creencias, aunque repulsivas, y que sus acciones estaban motivadas por ellas. [153] En 1991, Bullock publicó Hitler y Stalin: Vidas paralelas , en el que mostraba cómo las carreras de Hitler y Stalin, cuya "malicia personal lo distinguía de Hitler, que era sorprendentemente tolerante con colegas inadecuados", [154] alimentaban unos de otros hasta cierto punto. El libro fue un éxito, a pesar de que los amigos de Bullock temían que fracasara y otros que dudaban de que las dos vidas fueran paralelas en algún sentido significativo, y Bullock llegó a la tesis de que la capacidad de Stalin para consolidar el poder en su país de origen y no extenderse demasiado Le permitió retener el poder por más tiempo que Hitler, con quien Bullock prefería pasar un fin de semana, como parte de una pregunta frívola, porque "aunque hubiera sido extremadamente aburrido, habrías tenido una mayor certeza de volver con vida". [154] El historiador estadounidense Ronald Spector elogió la capacidad de Bullock para escribir sobre el desarrollo del nazismo y el estalinismo sin generalizaciones abstractas ni detalles irrelevantes. [155] [156] El académico israelí Amikam Nachmani escribió que Hitler y Stalin de Bullock "se presentan como dos tiranos sanguíneos, patológicamente malvados y sedientos de sangre, que están seguros de la presencia del determinismo y, por lo tanto, tienen creencias inquebrantables que el destino les asignó en términos históricos". misiones: una para llevar a cabo una revolución social industrializada en la Unión Soviética, la otra para convertir a Alemania en un imperio global". [157]

Según el intérprete de Stalin, Valentin Berezhkov, Stalin elogió la Noche de los cuchillos largos de 1934 y vio a Hitler como un "gran hombre" que había demostrado "la manera de tratar con sus oponentes políticos". Berezhkov también sugirió paralelos entre la purga interna del partido de Hitler y las represiones masivas de Stalin contra los viejos bolcheviques, los comandantes militares y los intelectuales. [158]

En su trabajo sobre el fascismo, el historiador estadounidense Stanley G. Payne dijo que aunque el Partido Nazi se oponía ideológicamente al comunismo, Hitler y otros líderes nazis expresaron con frecuencia su reconocimiento de que sólo en la Unión Soviética se podían encontrar sus contrapartes revolucionarias e ideológicas. [159] Ambos pusieron gran énfasis en la creación de un "partido-ejército", con las fuerzas armadas regulares controladas por el partido. En el caso de la Unión Soviética, esto se hizo a través de los comisarios políticos , mientras que la Alemania nazi introdujo un papel de liderazgo más o menos equivalente para los "Oficiales de Orientación Nacionalsocialistas" en 1943. [159] En su trabajo sobre el estalinismo, el historiador francés François Furet comentó que A pesar de las diferencias ideológicas, Hitler admiraba personalmente a Stalin y lo elogió públicamente en numerosas ocasiones por tratar de purificar al Partido Comunista Soviético de las influencias judías, especialmente purgando a comunistas judíos, como León Trotsky , Grigory Zinoviev , Lev Kamenev y Karl Radek . [160] El académico estadounidense Richard Pipes llamó la atención sobre Stalin y el antisemitismo en paralelo con el antisemitismo nazi. Afirma que poco después de la Revolución de Octubre de 1917, la Unión Soviética emprendió prácticas para desmantelar la cultura, la religión y el idioma judíos. En el otoño de 1918, el Partido Comunista Soviético creó la sección judía Yevsektsiya , con la misión declarada de "destrucción de la vida judía tradicional, el movimiento sionista y la cultura hebrea". [161] En 1919, los bolcheviques confiscaron propiedades judías, escuelas hebreas, bibliotecas, libros y sinagogas en virtud de leyes antirreligiosas recientemente impuestas, convirtiendo sus edificios en "centros, clubes o restaurantes comunistas". Después de que Stalin llegó al poder, el antisemitismo siguió siendo endémico en toda Rusia, aunque la política oficial soviética lo condenaba. [162]

El politólogo marxista Michael Parenti afirmó que muchas de las narrativas que equiparan el nazismo, o el fascismo en general, y el estalinismo, o el comunismo en general, son a menudo simplistas y suelen omitir los intereses de clase de cada movimiento respectivo. Parenti dice que los fascistas en Alemania e Italia, a pesar de "algunos magros programas sociales" y proyectos de obras públicas diseñados para reforzar el sentimiento nacionalista, apoyaron y sirvieron los intereses de las grandes empresas y de la clase capitalista a expensas de los trabajadores al prohibir las huelgas y los sindicatos. , privatizando fábricas, plantas y bancos estatales junto con cooperativas agrícolas, aboliendo las normas de seguridad en el lugar de trabajo, las leyes de salario mínimo y el pago de horas extras, y subsidiando la industria pesada. Esto dio lugar a que los fascistas tuvieran muchos admiradores y partidarios entre la clase capitalista de sus naciones y de Occidente, incluido Estados Unidos. Por el contrario, si bien afirma que había deficiencias en los estados marxista-leninistas , algunas de las cuales atribuye al mal desarrollo debido a la presión externa de un mundo capitalista hostil, y reconoce los numerosos encarcelamientos y asesinatos sancionados por el estado, que, según él, fueron exagerados por razones políticas. , Parenti afirma que el régimen estalinista en particular "logró avances dramáticos en alfabetización, salarios industriales, atención médica y derechos de las mujeres", y las revoluciones comunistas en general "crearon una vida para las masas de personas que era mucho mejor que la miserable existencia que tenían". "Soportado bajo señores feudales, jefes militares, colonizadores extranjeros y capitalistas occidentales". [163]

Jacques Sémelin escribe que Stéphane Courtois y Jean-Louis Margolin "ven el genocidio de clases como equivalente al genocidio racial". Junto a Michael Mann , contribuyeron a "los debates sobre las comparaciones entre nazismo y comunismo", y Sémelin lo describe como una teoría también desarrollada en El libro negro del comunismo . [164] Según el historiador Andrzej Paczkowski , sólo Courtois hizo la comparación entre comunismo y nazismo. Mientras tanto, las otras secciones del libro "son, de hecho, monografías con un enfoque limitado, que no pretenden ofrecer explicaciones generales". Paczkowski se pregunta si se puede aplicar "el mismo criterio de juicio, por un lado, a una ideología que era destructiva en su esencia, que planeaba abiertamente un genocidio y que tenía una agenda de agresión contra todos los vecinos (y no sólo los vecinos) Estados Unidos y, por otro lado, una ideología que parecía claramente lo contrario, que se basaba en el deseo secular de la humanidad de alcanzar la igualdad y la justicia social, y que prometía un gran salto hacia la libertad", y afirmó que si bien un Buena pregunta, no es nueva ni inapropiada porque El Libro Negro del Comunismo no trata "sobre el comunismo como ideología ni siquiera sobre el comunismo como fenómeno de construcción del Estado". [165]

Al comparar las muertes causadas por las políticas de Stalin y Hitler, los historiadores han afirmado que la evidencia de archivo publicada después de la disolución de la Unión Soviética confirma que Stalin no mató a más personas que Hitler. En 2011, el historiador estadounidense Timothy Snyder dijo que el régimen nazi mató a unos 11 millones de no combatientes (lo que se eleva a más de 12 millones si "se incluyen las muertes previsibles por deportación, hambre y sentencias en campos de concentración"), con cifras comparables para el régimen de Stalin. siendo aproximadamente entre 6 y 9 millones. [166] El historiador e investigador de archivos australiano Stephen G. Wheatcroft postuló que "[e]l régimen estalinista fue, en consecuencia, responsable de aproximadamente un millón de asesinatos intencionales y, a través de su negligencia criminal e irresponsabilidad, probablemente fue responsable de la muerte prematura de aproximadamente otros dos". Millones más de víctimas entre la población reprimida, es decir, en los campos, colonias, prisiones, exiliados, en tránsito y en los campos de prisioneros de guerra para los alemanes. Estas son claramente cifras mucho más bajas que aquellas de las que era responsable el régimen de Hitler." Según Wheatcroft, a diferencia de Hitler, los "asesinatos intencionales" de Stalin encajaban más en la categoría de "ejecución" que en la de "asesinato", dado que pensaba que los acusados ​​eran efectivamente culpables de crímenes contra el Estado e insistía en obtener documentación. En contraste, Hitler quería matar judíos y comunistas por ser quienes eran, insistió en no presentar ninguna documentación y se mostró indiferente incluso ante una pretensión de legalidad de estas acciones. [167]

Según el historiador Thomas Kühne , volviendo a la Historikerstreit , intelectuales conservadores como Ernst Nolte y el debate sobre la unicidad del Holocausto , los intentos de vincular los crímenes soviéticos y nazis , citando libros como Bloodlands de Snyder como ejemplos destacados, son "hoy tan políticamente complicados como Como parece reducir la responsabilidad de los nazis y sus colaboradores, partidarios y claqueurs, es bien recibido en círculos derechistas de diversos tipos: los conservadores alemanes de los años 80, que querían "normalizar" el pasado alemán, y los conservadores alemanes de los años 80, que querían "normalizar" el pasado alemán, Los europeos y ultranacionalistas de hoy, que restan importancia a los crímenes nazis y realzan los crímenes comunistas para promover una memoria europea común que fusione el nazismo y el estalinismo en una teoría del "doble genocidio" que prioriza el sufrimiento de Europa del Este sobre el sufrimiento judío, confunde la distinción entre los perpetradores. y víctimas, y proporciona alivio al amargo legado de la colaboración de los europeos del este en el genocidio nazi". [168]

Kristen Ghodsee , etnógrafa de la Europa del Este posterior a la Guerra Fría, sostiene que los esfuerzos por institucionalizar la "tesis del doble genocidio", o la equivalencia moral entre el Holocausto nazi (asesinato racial) y las víctimas del comunismo (asesinato de clase), y en En particular, el reciente impulso al comienzo de la crisis financiera mundial para la conmemoración de esta última en Europa puede verse como la respuesta de las elites económicas y políticas a los temores de un resurgimiento de la izquierda frente a economías devastadas y desigualdades extremas en ambos países. Oriente y Occidente como resultado del capitalismo neoliberal . Afirma que cualquier discusión sobre los logros del comunismo, incluida la alfabetización, la educación, los derechos de las mujeres y la seguridad social, suele ser silenciada. Cualquier discurso sobre el tema del comunismo se centra casi exclusivamente en los crímenes de Stalin y en la "tesis del doble genocidio", un paradigma intelectual que se resume así: "1) cualquier movimiento hacia la redistribución y alejamiento de un mercado completamente libre se considera comunista; 2 ) cualquier cosa comunista conduce inevitablemente al asesinato de clase; y 3) el asesinato de clase es el equivalente moral del Holocausto". Al vincular todos los ideales izquierdistas y socialistas con los excesos del estalinismo, Ghodsee dice que las élites occidentales esperan desacreditar y marginar todas las ideologías políticas que podrían "amenazar la primacía de la propiedad privada y los mercados libres". [169]

El historiador Nicholas Doumanis afirma que la perspectiva totalitaria de equiparar a la Alemania nazi y la Unión Soviética bajo Stalin no es concebible y es un malentendido de las dos naturalezas distintas de los regímenes, razón por la cual eran enemigos. El principal objetivo de Stalin era crear un Estado socialista , bajo la bandera del socialismo en un solo país , que fuera autárquico , industrializado y multiétnico . El genocidio no estaba en los planes de Stalin, sino más bien el nacionalismo y la construcción de una nación , y no era inherente a la construcción de un Estado no capitalista y no expansivo. [170] La politóloga Laure Neumayer afirma que El Libro Negro del Comunismo contribuyó en gran medida a legitimar "la equivalencia de los crímenes nazis y comunistas" al "hacer de la criminalidad la esencia misma del comunismo". Neumayer escribe que el libro "ocupa un lugar destacado en los 'espacios de la causa anticomunista' estructurados de manera comparable en los antiguos países satélites", que son "una fuente importante del discurso" que criminaliza el período comunista. [171]

Algunas instituciones de investigación se están centrando en el análisis del fascismo/nazismo y el estalinismo/ Estados comunistas , y en el enfoque comparativo, incluido el Instituto Hannah Arendt para Estudios del Totalitarismo en Alemania, el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios en Chequia y el Instituto de Estudios Nacionales. Recuerdo en Polonia. No obstante, la comparación entre el nazismo y el estalinismo sigue siendo un campo de estudio académico olvidado. [121]

En el discurso político

En una manifestación en Praga en abril de 1990, se dibuja una esvástica en una pancarta electoral contra el KSČ ( Partido Comunista de Checoslovaquia ) .

En la década de 1920, la teoría del socialfascismo propuesta por el gobierno soviético y la Comintern , incluido el Partido Comunista de Alemania (KPD) durante el Tercer Período , acusó a la socialdemocracia de permitir el fascismo y llegó incluso a llamar a los socialdemócratas "socialfascistas". " [172] El Partido Socialdemócrata de Alemania , bajo el liderazgo del Canciller Hermann Müller , adoptó la opinión de que los comunistas y los nazis representaban un peligro igual para la democracia liberal . [173] En 1930, Kurt Schumacher dijo que los dos movimientos se capacitaban mutuamente. Postuló que el KPD, que era incondicionalmente estalinista, eran "nazis pintados de rojo". [174] Después de ser oponentes durante la mayor parte de la década de 1930, la Unión Soviética y la Alemania nazi firmaron el Pacto Molotov-Ribbentrop en agosto de 1939. [175] En septiembre de 1939, The New York Times publicó un editorial argumentando que "el Hitlerismo es comunismo pardo, El estalinismo es fascismo rojo ... El mundo comprenderá ahora que la única cuestión 'ideológica' real es la que existe entre la democracia, la libertad y la paz, por un lado, y el despotismo , el terror y la guerra, por el otro". [176] Durante el período en que el pacto estuvo en vigor, Mussolini revisó positivamente el estalinismo y creía que Stalin estaba, de hecho, transformando el bolchevismo soviético en un fascismo eslavo. [177] La ​​Unión Soviética y la Alemania nazi permanecieron alineadas durante los dos primeros años de la Segunda Guerra Mundial, hasta que Hitler rompió el pacto al invadir la URSS en 1941. [175] Antes de esto, la firma del Tratado de Amistad y No Agresión de 1933 , y la Neutralidad hicieron que la Italia fascista se convirtiera en un importante socio comercial de la URSS de Stalin, intercambiando recursos naturales soviéticos por asistencia técnica italiana, que incluía los campos de la aviación, el automóvil y la tecnología naval. [178]

Las teorías marxistas del fascismo han visto el fascismo como una forma de reacción al socialismo y una característica del capitalismo. [179] Según Otto Rühle , el fascismo es simplemente una copia del bolchevismo, ya que ambos representan dictaduras capitalistas, no el socialismo. [180]

Varios historiadores modernos han tratado de prestar más atención a las diferencias económicas, políticas e ideológicas entre estos dos regímenes que a sus similitudes. [181]

El documental de 2008 La historia soviética , encargado por el grupo nacional-conservador Unión para la Europa de las Naciones en el Parlamento Europeo y producido y dirigido por el cineasta letón Edvīns Šnore , comparó las atrocidades de los dos regímenes en una reminiscencia de la Historikerstreit en el Década de 1980. En el documental, Šnore afirmó que "no sólo los crímenes de los primeros se inspiraron en los crímenes de los segundos, sino que se ayudaron mutuamente, y que sin su ayuda mutua el resultado de la Segunda Guerra Mundial podría haber sido muy diferente". Mientras que en Letonia, el término genocidio se utiliza mucho para referirse también al traslado forzoso de población en la Unión Soviética , por ejemplo, en el Día de Conmemoración de las Víctimas del Genocidio Comunista . Esta clasificación como genocidio todavía se debate en la literatura académica. Los enfoques de la historia de Europa del Este han sido incorporados a la agenda de la Unión Europea , [182] entre ellos la Declaración de Praga y el Día Europeo en Recuerdo de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo , [183] ​​proclamado por el Parlamento Europeo en agosto de 2008 [183]. y respaldado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en julio de 2009; [184] En algunos países, incluido Canadá, se lo conoce oficialmente como Día del Listón Negro. [185] Entre muchos estudiosos de Europa occidental , la comparación de los dos regímenes totalitarios y la ecuación de sus crímenes es ampliamente rechazada. [182] Según Mārtiņš Kaprāns, experto en ciencias de la comunicación e investigador del Instituto de Filosofía y Sociología de la Universidad de Letonia , "los académicos han argumentado que La historia soviética es una respuesta letona eficaz a la propaganda rusa, pero también ejemplifica los problemas más amplios de la política de la memoria poscomunista." En su artículo sobre estudios de la memoria , Kaprāns escribió que "la idea de cómo el trabajo de la memoria desencadenado por el documental comenzó en los sitios de redes sociales" y en "el sitio web para compartir videos YouTube y la enciclopedia de Internet Wikipedia, los cuales son cruciales para la creación de significado". sitios con respecto a la historia." [186]

La Declaración de Praga sobre la conciencia europea y el comunismo de 2008, iniciada por el gobierno checo y firmada por figuras como Václav Havel , pedía "un enfoque común respecto de los crímenes de los regímenes totalitarios, entre otros, los regímenes comunistas". También pidió "alcanzar un entendimiento entre todos los europeos de que tanto el régimen totalitario nazi como el comunista deben ser juzgados por sus propios terribles méritos como destructivos en sus políticas de aplicación sistemática de formas extremas de terror, suprimiendo todos los derechos cívicos y humanos". libertades, iniciando guerras de agresión y, como parte inseparable de sus ideologías, exterminando y deportando a naciones y grupos de población enteros; y que como tales deben ser considerados como los principales desastres que asolaron el siglo XX". [187] En 2009, Hans-Gert Pöttering , ex presidente del Parlamento Europeo y miembro de la Unión Demócrata Cristiana , afirmó que "ambos sistemas totalitarios (estalinismo y nazismo) son comparables y terribles". [188] El Partido Comunista de Grecia se opuso a la Declaración de Praga y criticó "la nueva escalada de la histeria anticomunista encabezada por el consejo de la UE, la Comisión Europea y el personal político de la clase burguesa en el Parlamento Europeo". [189] El Partido Comunista de Gran Bretaña opinó que la Declaración de Praga "es un refrito de los persistentes intentos de los historiadores reaccionarios de equiparar el comunismo soviético y el fascismo hitleriano, haciéndose eco de las viejas calumnias de los autores británicos George Orwell y Robert Conquest ". [190]

En algunos países de Europa del Este, la negación de los crímenes comunistas y nazis ha sido explícitamente prohibida, como en el sistema legal polaco y el Código Penal polaco , y el ministro checo de Asuntos Exteriores, Karel Schwarzenberg , dijo que "aquí existe una preocupación fundamental de que los sistemas totalitarios ser medido con el mismo estándar." [191] En 2010, la Comisión Europea rechazó los llamamientos para una legislación similar en toda la UE debido a la falta de consenso entre los estados miembros. [192] Una declaración adoptada por la legislatura rusa decía que las comparaciones entre el nazismo y el estalinismo son "blasfemas hacia todos los veteranos del movimiento antifascista, las víctimas del Holocausto, los prisioneros de los campos de concentración y las decenas de millones de personas... que sacrificaron sus vidas por la en aras de la lucha contra la teoría racial antihumana de los nazis". A principios de 2009, Rusia reprendió a la OSCE por equiparar a Stalin con Hitler. Konstantin Kosachyov , jefe del comité de relaciones exteriores de la Duma estatal rusa , declaró a Interfax : "Esto no es más que un intento de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial. La reacción del parlamento a este documento será inmediata y será duro". [193] Como informó Deutsche Welle , "la delegación de Moscú boicoteó la votación el último día de una sesión de una semana de duración de la asamblea parlamentaria de la OSCE después de no lograr que se retirara la resolución". A principios de mayo de 2009, el presidente ruso Dmitry Medvedev dispuso la formación de una comisión especial (disuelta en 2012) para defender a Rusia de lo que denominó "falsificaciones históricas" y en apoyo del valiente papel soviético en la Segunda Guerra Mundial para derrotar a la Alemania nazi. que resultó en la mayor cantidad de bajas de la Segunda Guerra Mundial entre las potencias bélicas. [194] El periodista británico y asesor del Partido Laborista, Seumas Milne, postuló que el impacto de la narrativa posterior a la Guerra Fría de que Stalin y Hitler eran males gemelos y, por lo tanto, el comunismo es tan monstruoso como el nazismo, "ha sido relativizar los crímenes únicos del nazismo, enterrar a los del colonialismo y alimentar la idea de que cualquier intento de cambio social radical siempre conducirá al sufrimiento, la matanza y el fracaso". [195]

Ver también

Referencias

  1. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. dieciséis.
  2. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 4-9.
  3. ^ Conquista, Robert (1999). Reflexiones sobre un siglo devastado . Norton. pag. 74.ISBN _ 0-393-04818-7.
  4. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 1, 21.
  5. ^ abcd Rousso y Golsan (2004), pág. 9.
  6. ^ ab Kershaw y Lewin (1997), pág. 2.
  7. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 3.
  8. ^ Mancha, cristiano; Hess, Andrés; Lyon, E. Stina, eds. (2008). Los intelectuales y sus públicos: perspectivas desde las ciencias sociales . Puerta de Ash. pag. 112.ISBN _ 978-0-7546-7540-2.
  9. ^ Levy, Daniel; Sznaider, Natan (2005). El Holocausto y la memoria en la era global . Prensa de la Universidad de Temple. pag. 76.ISBN _ 978-1-59213-276-8.
  10. ^ Arendt (1958), pág. 460.
  11. ^ Arendt (1958), pág. 310.
  12. ^ Arendt (1958), pág. 22.
  13. ^ Arendt (1958), pág. 28.
  14. ^ Arendt (1958), pág. 38.
  15. ^ Arendt (1958), pág. 125.
  16. ^ Arendt (1958), pág. 223.
  17. ^ Arendt (1958), pág. 222.
  18. ^ Arendt (1958), pág. 311.
  19. ^ a b C Arendt (1958), pág. 312.
  20. ^ ab Arendt (1958), pág. 344.
  21. ^ Arendt (1958), pág. 342.
  22. ^ Arendt (1958), pág. 343.
  23. ^ Arendt (1958), pág. 345.
  24. ^ Arendt (1958), pág. 346.
  25. ^ ab Arendt (1958), pág. 349.
  26. ^ Arendt (1958), pág. 415.
  27. ^ Arendt (1958), pág. 373.
  28. ^ ab Arendt (1958), pág. 380.
  29. ^ Arendt (1958), pág. 392.
  30. ^ Arendt (1958), pág. 393.
  31. ^ Arendt (1958), pág. 456.
  32. ^ ab Arendt (1958), pág. 444.
  33. ^ Arendt (1958), pág. 445.
  34. ^ Arendt (1958), pág. 451.
  35. ^ Arendt (1958), pág. 478.
  36. ^ Arendt (1958), pág. 470.
  37. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 19.
  38. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 4.
  39. ^ Federico y col. (1964), pág. 2.
  40. ^ Federico y col. (1964), pág. 6.
  41. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 8.
  42. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 11.
  43. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 15.
  44. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 17.
  45. ^ Federico y col. (1964), pág. 24.
  46. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 20.
  47. ^ Federico y col. (1964), pág. 50.
  48. ^ ab Friedrich y otros. (1964), pág. 53.
  49. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 31.
  50. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 33.
  51. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 34.
  52. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 35.
  53. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 37.
  54. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 45.
  55. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 48.
  56. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 58.
  57. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 86.
  58. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 90.
  59. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 95.
  60. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 96.
  61. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), págs. 89–90.
  62. ^ Overy (2004), págs.333, 512, 535.
  63. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 129.
  64. ^ ab Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 130.
  65. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), págs. 133-134.
  66. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 135.
  67. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), págs. 136-137.
  68. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 140.
  69. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 183.
  70. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), págs.187, 190.
  71. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 185.
  72. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 197.
  73. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 198.
  74. ^ Friedrich y Brzezinski (1965), pág. 199.
  75. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 4.
  76. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 88–89.
  77. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 3-5.
  78. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 8.
  79. ^ Overy (2004), págs. 100-124.
  80. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 9.
  81. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 10.
  82. ^ ab Kershaw y Lewin (1997), pág. 11.
  83. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 12-13.
  84. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 116.
  85. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 12.
  86. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 75.
  87. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 81–82.
  88. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 82.
  89. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 85–87.
  90. ^ ab Kershaw y Lewin (1997), pág. 90.
  91. ^ Kershaw y Lewin (1997), págs. 91–92.
  92. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 94.
  93. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 97.
  94. ^ Kershaw y Lewin (1997), pág. 98.
  95. ^ ab Rousso y Golsan (2004), pág. 11.
  96. ^ ab Rousso y Golsan (2004), pág. 12.
  97. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 29.
  98. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 30.
  99. ^ Rousso y Golsan (2004), págs. 31-32.
  100. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 32.
  101. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 56.
  102. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 57.
  103. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 58.
  104. ^ Rousso y Golsan (2004), págs. 58–59.
  105. ^ Rousso y Golsan (2004), págs. 65–66.
  106. ^ ab Rousso y Golsan (2004), pág. 73.
  107. ^ Rousso y Golsan (2004), págs. 73–74.
  108. ^ ab Rousso y Golsan (2004), pág. 74.
  109. ^ Rousso y Golsan (2004), págs.75, 87.
  110. ^ ab Rousso y Golsan (2004), pág. 96.
  111. ^ abcd Rousso y Golsan (2004), pág. 97.
  112. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 99.
  113. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 100.
  114. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 101.
  115. ^ Rousso y Golsan (2004), pág. 102.
  116. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 3–4.
  117. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 8.
  118. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 9.
  119. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 12.
  120. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 17.
  121. ^ abc Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 19.
  122. ^ ab Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 21.
  123. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 30.
  124. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 23-24.
  125. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 36.
  126. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 34.
  127. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 83–97.
  128. ^ ab Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 98.
  129. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 98–99.
  130. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 87.
  131. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 29.
  132. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 88.
  133. ^ "Rusia (antigua URSS)". Los archivos de la eugenesia . Consultado el 7 de noviembre de 2017 .
  134. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 90.
  135. ^ ab Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 133.
  136. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 135, 139-151.
  137. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 135.
  138. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 139-140.
  139. ^ ab Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 140.
  140. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 141.
  141. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 152.
  142. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 154.
  143. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 157-158.
  144. ^ abcdef Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 158.
  145. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 158-159.
  146. ^ abcde Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 159.
  147. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), págs. 159-160.
  148. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 160.
  149. ^ Geyer y Fitzpatrick (2009), pág. 161.
  150. ^ Campbell, John (22 de junio de 1991). "La lección de dos males". Revisión del sábado del Times . pag. 21. Aunque se escribió tan poco después del final de la guerra y a pesar de un flujo constante de nuevas pruebas y reinterpretaciones, no ha sido superado en casi 40 años: un logro sorprendente.
  151. ^ Kakutani, Michiko (3 de abril de 1992). "Libros del Times; Hitler y Stalin: un doble retrato de los tiranos". Los New York Times . Consultado el 7 de agosto de 2021. "Publicado por primera vez en 1952," Hitler: Un estudio sobre la tiranía "de Alan Bullock sigue siendo la biografía estándar del dictador y una obra ampliamente respetada sobre el movimiento nazi en general".
  152. ^ Kershaw, Ian (1998). Hitler 1889-1936 Arrogancia . Londres: Allen Lane/Penguin Press. pag. xi. ISBN 9780713990478
  153. ^ Rosenbaum, Ron (2011). Explicando a Hitler: la búsqueda de los orígenes de su mal. Faber y Faber. págs. 118-119. ISBN 9780571276868- a través de libros de Google.
  154. ^ ab Frankland, Mark (3 de febrero de 2004). "Lord Bullock de Leafield". El guardián . Consultado el 7 de agosto de 2021.
  155. ^ Bernstein, Adam (5 de febrero de 2004). Alan Bullock. Historiador, escribe libros sobre Hitler y Stalin". Pittsburgh Post-Gazette . Consultado el 7 de agosto de 2021, a través de Google News.
  156. ^ Campbell, John (22 de junio de 1991). "La lección de dos males". Revisión del sábado del Times . pag. 21.
  157. ^ Najmani, Amikam (2005). "Alan Bullock, 1914-2004: 'Sólo escribo libros enormes'". Diplomacia y arte de gobernar . 16 (4): 779–786. doi :10.1080/09592290500332210. Cita en la pág. 783.
  158. ^ Berezhkov, VM (Valentin Mikhaĭlovich); Mikheyev, Sergei M. (1994). Al lado de Stalin: las memorias de su intérprete desde la Revolución de Octubre hasta la caída del imperio del dictador. Secaucus, Nueva Jersey: Carol Pub. Grupo. pag. 10.ISBN _ 978-1-55972-212-4.
  159. ^ ab Payne, Stanley G. (15 de marzo de 1983). Fascismo: comparación y definición . Prensa de la Universidad de Wisconsin. pag. 103.ISBN _ 978-0-299-08064-8.
  160. ^ Furet, François (1999). Fallecimiento de una ilusión: la idea del comunismo en el siglo XX . Prensa de la Universidad de Chicago. págs. 191-192. ISBN 0-226-27340-7.
  161. ^ Tuberías (1995), pág. 363.
  162. ^ Tuberías (1995), pág. 364.
  163. ^ Parenti (1997), págs. xiii, 6–11, 59–67, 74–86.
  164. ^ Jaffrelot, Christophe ; Sémelin, Jacques , eds. (2009) Purificar y destruir: los usos políticos de la masacre y el genocidio . Traducido por Schoch, Cynthia. Serie CERI en Política Comparada y Estudios Internacionales. Nueva York: Columbia University Press. pag. 37. ISBN 978-0-231-14283-0
  165. ^ Paczkowski, Andrzej (primavera de 2001). "La tormenta sobre el Libro Negro". El Wilson trimestral . 25 (2): 28–34. JSTOR  40260182. Citas en págs. 32–33.
  166. ^ Snyder, Timothy (27 de enero de 2011). "Hitler contra Stalin: ¿Quién fue peor?". La revisión de libros de Nueva York . Consultado el 25 de mayo de 2018 . El número total de no combatientes asesinados por los alemanes (alrededor de 11 millones) es más o menos lo que pensábamos. Sin embargo, el número total de civiles asesinados por los soviéticos es considerablemente menor de lo que creíamos. Ahora sabemos que los alemanes mataron a más personas que los soviéticos... En total, los alemanes mataron deliberadamente a unos 11 millones de no combatientes, una cifra que se eleva a más de 12 millones de muertes previsibles por deportación, hambre y sentencias de concentración. Los campamentos están incluidos. Para los soviéticos durante el período de Stalin, las cifras análogas son aproximadamente seis millones y nueve millones. Por supuesto, estas cifras están sujetas a revisión, pero es muy poco probable que el consenso vuelva a cambiar tan radicalmente como lo ha hecho desde la apertura de los archivos de Europa del Este en los años noventa.
  167. ^ Wheatcroft (1996), págs.1334, 1348.
  168. ^ Kühne (2012).
  169. ^ Ghodsee (2014).
  170. ^ Doumanis, Nicolás, ed. (2016). El manual de Oxford de historia europea, 1914-1945 (edición del libro electrónico). Oxford, Inglaterra: Oxford University Press. pag. 378.ISBN _ 9780191017759.
  171. ^ Neumayer (2018), pág. [ página necesaria ] .
  172. ^ Horst Ehmke, Mittendrin: von der grossen Koalition zur deutschen Einheit , Rowohlt, 1994, ISBN 3-87134-089-8 
  173. ^ Adelheid von Saldern, El desafío de la modernidad: estudios sociales y culturales alemanes, 1890-1960 , University of Michigan Press (2002), ISBN 0-472-10986-3 , p. 78 
  174. ^ Richter, Michael (2006). "Die doppelte Diktatur. Erfahrungen mit Diktatur in der DDR und Auswirkungen auf das Verhältnis zur Diktatur heute". En Besier, Gerhard; Stoklosa, Katarzyna (eds.). Lasten diktatorischer Vergangenheit, Herausforderungen demokratischer Gegenwart . Mittel- und Ostmitteleuropastudien (en alemán). Münster: LIT Verlag. pag. 202.ISBN _ 3-8258-8789-8.
  175. ^ ab Roger Moorhouse, The Devil's Alliance , Nueva York: Basic Books, 2014.
  176. «La traición rusa» . Los New York Times . 18 de septiembre de 1939. ISSN  0362-4331 . Consultado el 11 de febrero de 2020 .
  177. ^ MacGregor Knox, Mussolini desatado, 1939-1941: política y estrategia en la última guerra de Italia , págs.
  178. ^ Donald J. Stoker Jr. y Jonathan A. Grant, editores, Preparándose para la batalla: el comercio de armas en una perspectiva global 1815-1940 , Westport: CT, Praeger Publishers, 2003, página 180
  179. ^ Por ejemplo , Renton, Dave (1999). Fascismo: teoría y práctica . Londres: Plutón Press.
  180. ^ "Rühle: Lucha contra el bolchevismo (Introducción)".
  181. ^ Por ejemplo , Rousso, Henry (2008). "Estalinismo y nazismo. Historia y memoria comparadas". Historische Zeitschrift . 286 (3): 795–796.
  182. ^ ab "La 'historia soviética' de Letonia. Justicia transicional y política de conmemoración". Satorio . 26 de octubre de 2009 . Consultado el 6 de agosto de 2021 .
  183. ^ ab "El presidente Jerzy Buzek en el Día Europeo en Recuerdo de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo". Parlamento Europeo. Archivado desde el original el 12 de octubre de 2010 . Consultado el 10 de mayo de 2011 .
  184. ^ "La resolución sobre Stalin irrita a Rusia". Noticias de la BBC. 3 de julio de 2009 . Consultado el 9 de julio de 2020 .
  185. ^ Proussalidis, Daniel (23 de agosto de 2011). "Recordadas las víctimas del totalitarismo". Sol de Toronto . Archivado desde el original el 11 de abril de 2017 . Consultado el 23 de agosto de 2011 .
  186. ^ Kaprāns, Mārtiņš (2 de mayo de 2015). "Representaciones hegemónicas del pasado y agencia digital: dar significado a 'La historia soviética' en los sitios de redes sociales". Estudios de la memoria . 9 (2): 156-172. doi :10.1177/1750698015587151. S2CID  142458412.
  187. ^ "Declaración de Praga - Texto de la Declaración". Instituto de Información sobre los Crímenes del Comunismo . 3 de junio de 2008 . Consultado el 28 de enero de 2010 .
  188. ^ "Los Estados bálticos abrieron los ojos de Europa occidental sobre el totalitarismo de la Unión Soviética: presidente del PE en Vilnius". BNS. 28 de abril de 2009. Archivado desde el original el 22 de julio de 2011 . Consultado el 10 de mayo de 2011 .
  189. ^ "Declaración-condena de la escalada de histeria anticomunista por parte de la UE". Partido Comunista de Grecia . 3 de febrero de 2011 . Consultado el 16 de mayo de 2011 .
  190. ^ "Contribución del PC a la Conferencia Internacional sobre la Declaración de Praga". Partido Comunista de Gran Bretaña . 13 de febrero de 2010. Archivado desde el original el 24 de junio de 2012 . Consultado el 16 de mayo de 2011 .
  191. ^ "Ministro de Asuntos Exteriores checo: Negación de los crímenes comunistas como negación de los crímenes nazis". Romea.cz. Archivado desde el original el 18 de julio de 2011 . Consultado el 10 de mayo de 2011 .
  192. ^ Phillips, Leigh (21 de diciembre de 2010). "La UE rechaza el llamado de los estados del este para prohibir la negación de los crímenes cometidos por regímenes comunistas". El guardián . Londres . Consultado el 17 de mayo de 2011 .
  193. ^ "Rusia regaña a la OSCE por equiparar a Hitler y Stalin". Reuters . 4 de julio de 2009 . Consultado el 5 de agosto de 2021 .
  194. ^ "La resolución de la OSCE que equipara el estalinismo con el nazismo enfurece a Rusia". Deutsche Welle . Deutsche Welle . 9 de julio de 2009 . Consultado el 6 de agosto de 2021 .
  195. ^ Milne, Seumas (12 de septiembre de 2002). "La batalla por la historia". El guardián . Consultado el 9 de julio de 2020.

Bibliografía

Otras lecturas

enlaces externos

Medios relacionados con la comparación del nazismo y el estalinismo en Wikimedia Commons