Fritz Bauer

Fritz Bauer se consideraba abiertamente ateo, pero nació en una familia judía.Fue cofundador del Republikanischer Richterbund («Asociación de jueces republicanos») en Wurtemberg.Entre los nombres publicados figuraba un tal «Fritz Hauer», que es desconocido tanto en el Partido socialdemócrata como entre los presos de la guarnición.[6]​ En 1949 Bauer volvió a Alemania y fue nombrado director del tribunal provincial de Braunschweig.En 1950 ascendió a fiscal general del estado en el tribunal superior provincial de Braunschweig.Bauer desconfiaba de la justicia y la policía alemana (temía que desde esas instituciones se previniese a Eichmann) y enseguida se dirigió directamente a las autoridades de Israel.Parece ser que él mismo llegó a decir: «En la justicia vivo como en el exilio.»[11]​ Así mismo nos ha llegado se su boca: «Cuando dejo mi habitación [oficina], piso un país extranjero enemigo.»[12]​ Bauer presentó ante representantes de las asociaciones de juventud la ponencia Die Wurzeln faschistischen und nationalsozialistischen Handelns («Las raíces de la actuación fascista y nacionalsocialista»).La investigación comenzada por Bauer sobre los burócratas responsables de la «eugenesia nazi» fue archivada más adelante.[14]​ Así, Gerchow opina en su informe final y en declaraciones posteriores que se trató de un suicidio.En 1961, Bauer fundó junto con Gerhard Szczesny la organización de derechos civiles Humanistische Union.Tras su muerte, la Humanistische Union comenzó a entregar el Premio Fritz Bauer anual o bienalmente.El Fritz Bauer Institut, una fundación creada en 1995 en Fráncfort, que se ocupa del estudio de la Shoá y sus efectos, también fue nombrada en su honor.Las historias se ven enmarcadas por un relato inicial, que habla sobre el entierro de Bauer, y por un texto final dedicado al fiscal.
«La dignidad del ser humano es inviolable». Primera frase del primer artículo de la Constitución de Alemania , colocado en el edificio de la fiscalía de Fráncfort a iniciativa de Bauer.