[1] Fue la primera capital de la dinastía aqueménida, llegando a ocupar unas 160 hectáreas en superficie.
El río Pulvar riega este valle que está rodeado de montañas.
[5] Pasargada siguió siendo la capital del imperio aqueménida hasta que Cambises II la trasladó a Susa; más tarde, Darío fundó otra en Persépolis.
Cuando Alejandro saqueó y destruyó Persépolis había visitado la tumba de Ciro.
No queda rastro alguno de inscripción, y hay desacuerdo en lo que se refiere al contenido exacto del texto.
Viandante, soy Ciro, quien dio a los persas un imperio, y fue rey de Asia.
No tengas rencor, pues, a esta poca tierra que cubre mi cuerpo.
[6] En particular, la tumba en Pasargada tiene casi las mismas dimensiones que la de Aliates II, padre del rey lidio Creso; sin embargo, algunos han rechazado esta pretensión (según Heródoto, Creso fue perdonado por Ciro cuando conquistó Lidia, y se convirtió en miembro de la corte de Ciro).
[12] Un equipo del Instituto Británico de Estudios Persas, liderado por David Stronach retomó las excavaciones entre 1961 y 1963.