Pazuzu (en acadio: pà.zu.zu; también llamado Fazuzu o Pazuza)[1] es el rey de los demonios del viento, hijo del dios Hanbi o Anu, en la mitología mesopotámica.
[2][3] Sus primeras representaciones visuales no están atestiguadas hasta el siglo VIII a. C.[4] con los primeros hallazgos en las tumbas de Nimrud,[5] y sus primeras apariciones en textos se remontan al siglo VII a. C.[4] La mayoría de sus representaciones datan de los siglos VII y VI a. C., y los hallazgos más recientes se remontan a la época del Imperio seléucida.
[9] Estas cabezas a menudo tenían agujeros o argollas en la parte superior, por lo que las mujeres embarazadas podían usarlas en collares para proteger al bebé de las fuerzas del mal.
[14] Varios textos "exorcistas-medicinales" (exorcismo y medicina son difíciles de distinguir en Mesopotamia, donde se combinaron las dos prácticas) involucran a Pazuzu o sus figurillas.
Por ejemplo, un texto desenterrado en Nimrud en Asiria presenta un ritual de elaboración de una figurilla protectora de Pazuzu a partir del polvo recolectado de varios lugares sagrados o que tienen un vínculo simbólico con la enfermedad: En la versión bilingüe (sumerio y acadio) del Compendio, se identifica a sí mismo: Otro texto también narrado por él describe a Pazuzu encontrándose con otros demonios lilû en sus viajes y rompiéndoles las alas, evitando así que inflijan daño: En otro texto, se le percibe como más malicioso, ya que el narrador se refiere a él como «Agonía de la humanidad»,[17] «Sufrimiento de la humanidad»,[17] «Enfermedad de la humanidad»,[17] y cánticos para evitar que el demonio entre en el hogar.
Protegería a los humanos contra cualquier tipo de desgracia o plaga.
[19] Su imagen se usaba en amuletos apotropáicos para rechazar a su consorte y enemiga Lamashtu, un demonio femenino que se alimentaba de recién nacidos y sus madres.
[20] Es sin duda la representación más famosa de este demonio y la que se utilizó como modelo para la película El Exorcista.
Esta obra es un testimonio valioso del arte en bronce de los asirios.
Se realizó para llevar de nuevo a los Infiernos a la demonio Lamashtu, y de este modo abandonara el cuerpo del enfermo que ella había poseído.