[2] Se alimentaba de niños lactantes o neonatos, a los que raptaba mientras dormían sus madres para comerse su carne y beberse su sangre.
También eran sus potenciales víctimas las madres y, ocasionalmente, hombres adultos a los que devoraba.
[4] Esto significa que ella era una diosa o una semidiosa por derecho propio.
El único ser capaz de actuar contra ella era Pazuzu, su consorte.
Por ello, para evitar su ataque, en los niños recién nacidos y en sus madres se colocaban amuletos con la imagen de Pazuzu.