El exorcista (título original en inglés: The Exorcist) es una película de terror sobrenatural estadounidense de 1973, dirigida por William Friedkin, con un guion escrito por William Peter Blatty basado en su propia novela homónima, publicada en 1971.
Está protagonizada por Ellen Burstyn, Jason Miller, Linda Blair y Max von Sydow.
El hecho fue un supuesto exorcismo ocurrido en 1949, del que informó The Washington Post.
No lejos del sacerdote, Chris MacNeil (Ellen Burstyn), una exitosa actriz en Georgetown, nota cambios dramáticos y peligrosos en su hija de 12 años, Regan (Linda Blair), que incluye comportamiento errático, alteraciones metabólicas y cambios extremos de humor.
Regan soporta una serie de desagradables pruebas médicas y psiquiátricas durante varios meses, que no muestran nada fuera de lo común, mientras los sucesos paranormales no solo continúan sino que son cada vez más violentos.
Chris duda, ya que ni ella ni Regan tienen creencias religiosas, pero finalmente, por pura desesperación e impotencia, consulta al padre Karras, ya que es a la vez un sacerdote y un psiquiatra de un Monasterio Jesuita cercano a su casa.
El Padre Merrin llega a la casa de la actriz en taxi durante una noche fría y decide iniciar rápidamente el proceso de exorcismo, como si ya conociera contra quién se está enfrentando.
Un desesperado Karras intenta realizarle una reanimación cardiopulmonar sin éxito mientras la niña Regan (la cual se ha liberado de las sogas que la mantenían atada a la cama) se burla de sus esfuerzos y amenaza con matar a la niña.
Chris decide partir de Georgetown con su hija, dejando atrás su terrible trauma en esa ciudad.
Originalmente fue a hablar con Miller únicamente sobre el catolicismo transcurrido en la obra como telón de fondo para la película.
Jane Fonda, la siguiente en la lista, rechazó la película como una "pieza de estafa capitalista".
Después, hizo que Burstyn entrevistara a Miller sobre su vida con la cámara enfocándose en él por encima de su hombro, y finalmente le pidió a Miller que dijera misa como si fuera la primera vez.
[8] La cuestión de si una actriz tan joven, incluso una talentosa, podía llevar la película sobre sus hombros fue un problema desde el principio.
Anissa Jones audicionó para el papel, pero ella también fue rechazada, por la misma razón que Ferdin.
El Padre William O'Malley, otro sacerdote jesuita que enseñó inglés y teología en la escuela secundaria jesuita McQuaid, en las afueras de Rochester, Nueva York, se había familiarizado con Blatty a través de sus críticas a la novela.
Friedkin también decidió que la actriz Kitty Winn sería la indicada para darle vida al papel de Sharon Spencer.
[13] Warners se había acercado a Arthur Penn, Stanley Kubrick y Mike Nichols para dirigirlos, todos los cuales rechazaron el proyecto.
[14] Originalmente, Mark Rydell fue contratado para dirigir, pero William Peter Blatty insistió en Friedkin, porque quería que su película tuviera la misma energía que la película anterior de Friedkin, The French Connection.
Tironeadas violentamente en arneses en algunas secuencias, tanto Blair como Burstyn sufrieron lesiones en la espalda y sus gritos dolorosos fueron incluidos en la película.
El escritor lírico Lefteris Papadopoulos admitió que unos años más tarde, cuando estaba en dificultades financieras, pidió una compensación por los derechos intelectuales de la canción.
[19]El comediante británico Graeme Garden, quien se graduó como médico en la universidad, estuvo de acuerdo en que la escena era "realmente perturbadora" en su reseña para New Scientist; lo llamó "la característica realmente irresponsable de esta película".
[23] Algunos ejemplos de estos acontecimientos fueron que se incendió un set ya listo para el rodaje de producción, lo que provocó un retraso de seis semanas para poder tener nuevamente la filmación como se debía; se velaron rollos sin razón aparente; personas afines a círculos satánicos presionaron al realizador para que abandonara el proyecto; la Iglesia católica reprobó algunos pasajes del guion por su tono blasfemo y se produjeron una serie de accidentes laborales que llegaron a involucrar a distintos técnicos del rodaje.
Por último, la actriz Vasiliki Maliaros, consiguió aparecer en su última escena, en la que el padre Damien Karras sueña con ella vestida de negro en un sueño muy conmovedor, pero muere y no logra filmar otras escenas.
Además Linda Blair algunas veces también fue sujetada fuerte del brazo para poder así mismo interpretar bien a su personaje.
La reacción del público fue entusiasta, sin embargo, con muchos espectadores esperando en largas filas a bajas temperaturas para verla una y otra vez.
Pictures reestrenó la película bajo formato remasterizado siguiendo la moda del momento de realizar nuevos montajes con escenas no incluidas en la versión original.
Como era una película de terror que había superado en costes el presupuesto inicial y no tenía estrellas importantes en los papeles principales, Warner no tenía grandes expectativas para El exorcista.
No hizo una vista previa de la película para los críticos y reservó su lanzamiento inicial para solo 30 salas en 24 cines, principalmente en las grandes ciudades.
Su éxito se le atribuyó a la austeridad y al realismo de la historia.
En 1977 se estrenó Exorcista II: el hereje bajo la dirección de John Boorman.