Ochocientos años después de su última aparición, el Djin escapa de su prisión, una estatua persa del siglo XII, y vuelve a la vida.
El Djin es la encarnación del mal, en estado puro, una entidad de pesadilla que convierte en realidad cualquier deseo que pidas.
A cambio, se adueña de las almas para siempre.
Tras adoptar una forma humana, el Djin busca a Alexandra (Tammy Lauren), la mujer que accidentalmente le despertó.
Si le concede tres deseos, la maléfica raza de los Djin se apoderará de la Tierra.