The Wire

The Wire (titulada Bajo escucha en España y Los vigilantes en México) es una serie de televisión estadounidense ambientada en Baltimore, Maryland, cuyo hilo conductor son las intervenciones telefónicas judiciales encomendadas a un grupo policial.

La HBO dudaba sobre incluir en su parrilla un drama policial, pero finalmente accedió a producir el episodio piloto.

[23]​ Michael K. Williams consiguió el papel de Omar Little tras una sola audición.

J.D. Williams, Seth Gilliam, Lance Reddick y Reg E. Cathey tuvieron papeles muy importantes en Oz, mientras que otro gran número de protagonistas de The Wire, como Wood Harris, Frankie Faison, John Doman, Clarke Peters, Domenick Lombardozzi, Michael Hyatt y Method Man aparecieron en al menos un episodio de Oz.

[31]​ Otros miembros del reparto, entre los que se incluyen Erik Dellums, Peter Gerety, Clark Johnson, Clayton LeBouef, Toni Lewis y Callie Thorne también aparecieron en Homicide: Life on the Street.

[32]​[33]​[34]​[35]​[36]​ En la miniserie de la HBO The Corner también trabajaron Clarke Peters, Reg E. Cathey, Lance Reddick, Corey Parker Robinson, Robert F. Chew y Delaney Williams.

Simon, antiguo periodista del Baltimore Sun, pasó un año investigando un departamento de homicidios de la policía para su libro, Homicide: A Year on the Killing Streets, donde conoció a Burns.

[53]​ Un ejemplo en este sentido es la protagonista conocida como "Snoop", quien cumplió 5 años de prisión por homicidio.

Sin embargo, mientras que muchos de los policías exhiben cualidades altruistas, otros oficiales son retratados como incompetentes, violentos, vanidosos o frustrados.

Aun así, The Wire no minimiza o disimula los efectos terribles de sus acciones.

Salon ha descripto al programa como novelístico en su estructura, con una mayor profundidad en la escritura y el argumento más que otras series sobre crimen.

[59]​ Cada temporada de The Wire consiste entre 10 y 13 episodios que forman varias narrativas multidimensionales.

Simon elige esta estructura enfocándose en arcos argumentales extensos que atraigan espectadores, resultando en una recompensa más satisfactoria.

"[63]​ Él añadió que la temporada 3 "refleja la naturaleza de la reforma y los reformistas, y si hay alguna posibilidad de que los procesos políticos, altamente calcificados, puedan mitigar las fuerzas actualmente alineadas contra los individuos."

La temporada tres es a su vez, una alegoria que traza paralelismos explícitos entre la Guerra de Irak y la prohibición de drogas, sobre la cual Simon considera ha fallado en sus objetivos y se convirtió en una guerra contra la clase baja nacional.

Para Burns la educación viene por varias fuentes además de la escuela y que los niños pueden ser educados por otros medios, tales como el contacto con los traficantes de droga para los que trabajan.

Burns y Simon ven al tema como la oportunidad de explorar como los individuos terminan como los criminales del programa y para dramatizar la noción de que el trabajo duro no es siempre justamente retribuído.

El policía está sujeto en su investigación a límites logísticos, problemas de fuerza mayor que generalmente no puede resolver y a bloqueos por parte de terceros; esto hace que veamos absurdas la efectividad e infalibilidad casi absolutas de otras series policíacas para resolver crímenes.

La policía en The Wire está plagada de problemas internos que la han conducido a reducir su actividad al mínimo.

Tanto es así que hay grandes lagunas en la administración de sus propios recursos.

También la policía, como institución, es usada ampliamente para satisfacer fines políticos dentro y fuera de la misma.

Es mostrado que el FBI y la policía son susceptibles a manipulaciones políticas.

Puerto de Baltimore, uno de los escenarios de la serie.
Barack Obama y David Simon discuten la inspiración por The Wire (en inglés).