También es un sitio arqueológico por la gran cantidad de estatuarias, petroglifos y cerámica precolombina que ha sido encontrada en la isla mayor y en otros islotes cercanos a sus costas, por lo cual se considera la zona fue un importante centro ceremonial de la antigua cultura prehispánica que la habitó, entre los años 800 y 1350 d. C. La isla tiene un volcán dormido con una altitud de 629 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.).
Está situada en una zona poco profunda y calmada del lago, conocida como "Charco Muerto", en su punto más cercano al noroeste, dista solamente un kilómetro de la costa.
Hallazgos de este período también incluyen figuras zoomorfas y utensilios en un estilo similar a ejemplos desde el continente.
[2] El editor del texto en este artículo hace un reconocimiento al filántropo Nicaragüense y amigo de la humanidad, Don Patrick Bolaños, por su generosidad en compartir la siguiente información, parte del texto original.
Tuve allí varias veces la suerte de encontrar lugares bastante ricos en reliquias prehistóricas, o más bien precolombinas.
Siendo como es muy poco lo que se sabe de arqueología centroamericana, y escasísimos además los libros sobre esa materia, especialmente en lo que toca a Nicaragua, me he propuesto describir brevemente y dibujar aquí los ídolos, petroglifos, objetos de cerámica, etc., descubiertos por mí en Nicaragua, en parte dibujados o fotografiados en el mismo lugar en donde fueron encontrados y en parte traídos aquí a Suecia.
Las láminas de esta obra son todas fotografías o dibujos míos hechos en Nicaragua.
La mayor parte de los ídolos no habían sido dibujados ni descrito antes; algunos si fueron mencionados o dibujados por E. G. Squier (Nicaragua; its People, Scenery, Monuments, and the proposed Interoceanic Canal.
La costa atlántica, con su lujuriante vegetación pero húmedo clima y la región montañosa adyacente con sus dilatadas florestas primitivas, eran el domicilio de tribus más o menos nómadas que vivían en un bajo grado de civilización.
Sus descendientes sean tal vez los poas, toacas, lacandones , y guatusos.
Esa región, cuando llegaron los españoles, estaba densamente poblada y dividida en gran número de pequeños señoríos a los que pueden señalárseles dos diversas cepas, o troncos, de diferente idioma y carácter.
Oviedo dice que esos fueron los aborígenes y primeros amos del país, pero no aporta ninguna prueba en apoyo de su aserto.
Las opiniones, sin embargo, difieren en cuanto a la clasificación de estos grupos.
Hay en verdad muchos nombres geográficos en su territorio que parecen corroborar tal opinión.
No puede precisarse si eran toltecas o aztecas, y esta incógnita no podrá tal vez dilucidarse hasta que sus vestigios, numerosísimos por cierto, sean cuidadosamente estudiados y comparados con las reliquias arqueológicas mexicanas catalogadas ya.
Constituyen ahora un grupo pacífico y laborioso, un poco huraños con los extranjeros; se expresan a menudo en español, pero suele también oírseles hablar entre sí en su propio idioma.
Sin embargo, lo mucho, que ha llegado al conocimiento de nuestro tiempo, es suficiente para demostrar que las Naciones de América Central estaban muy avanzadas en el desarrollo político y social, así como en la ciencia y el arte.
Es verdad que entre estos ídolos se encuentran algunas figuras quiméricas, pero por lo general sus creadores demuestran ser artífices de concepción más realista y de técnica más desarrollada que los escultores chorotegas.
En la obra "Archeological researches in Nicaragua", [Smithsonian Contributions to knowledge (383), Vol.
Mis bondadosos anfitriones en la isla, don José Lobo, doña Julia Solórzano, señorita Virginia Mora, don Jacinto Mora, y otros, me ayudaron con todo entusiasmo en mis investigaciones zoológicas y arqueológicas.
Este punto resultó ser, con mucho, el más importante de todos, pues nunca antes, que yo sepa, había sido excavado; pero ni siquiera mencionado por nadie.
Punta del Zapote es una península ancha y semicircular cuya mayor longitud se mide de N.E.
La cima del cono es trunca, y parece tener 6 u 8 metros de diámetro.
Tal vez tuviera originalmente en su cima un templete similar a los de Uxmal.
Es imposible, también, decir si este montículo estuvo o no rodeado de ídolos, y cuales serían ellos, porque ni los encontrados en sus contornos estaban en su sitio original sino que dispersos en el suelo, y algo deteriorados.
Por lo tanto, me limitaré a indicar brevemente sus respectivos sitios para seguir luego con la descripción de los ídolos en el orden en que fueron medidos y dibujados
Está al sur del N° II v tiene más o menos las mismas dimensiones, pero su forma no es tan simétrica.
Encontramos en su vecindad tres ídolos, de los cuales dibujamos únicamente el correspondiente a la letra O.
En este lugar no encontramos ídolos que pudiéramos decir con certeza ocupaban todavía su sitio original, ni tampoco había ninguno —tumbado o derecho— del que pudiera concretarse, por la posición en que fueron encontrados, sí estuvieron alguna vez en la periferia de los montículos, dentro de los edificios, o al descubierto en medio de los montículos.
Sobre la parte posterior de la cabeza y la nuca tiene un espigón que, bajando gradualmente sobre la espalda, se funde con el resto del personaje.