Durante la Primera Guerra Mundial, el entonces comandante Halsey mandaba el USS Shaw, un destructor, recibiendo la "Navy Cross".
El ya vicealmirante Halsey se encontraba en alta mar, en su buque insignia USS Enterprise, cuando tuvo lugar el ataque a Pearl Harbor.
Durante los seis primeros meses de la guerra, sus portaaviones tomaron parte en diversas operaciones contra las islas ocupadas por los japoneses, así como en la Incursión Doolittle.
Halsey alcanzó una gran reputación por su "instinto de cazador" persiguiendo tenazmente al enemigo.
El almirante Halsey fue sometido a consejo de guerra y se dictaminó que Halsey había cometido un serio error de juicio no solo por no evitar la tormenta, sino enfilar además hacia ella; pero Nimitz desestimó los cargos y mantuvo a Halsey en su cargo.