La aeronave, un Boeing 737-3T5, con registro N668SW, quedó detenida en una calle de la ciudad junto a una gasolinera.
También descubrieron que el controlador les había guiado a una posición donde su única opción fue un aterrizaje frustrado.
La aeronave fue declarada como siniestro total, convirtiendo así a este incidente en el décimo en que se perdía un Boeing 737-300.
A las 18:04:02, cuando el avión se encontraba a 19 nmi (35 km) al norte de la baliza exterior de BUR , el controlador de aproximación instruyó al avión a mantener 230 nudos (426 km/h) o más hasta nueva orden.
A las 18:05:13 el capitán le dijo al primer oficial que el control aéreo les había indicado que debían permanecer a 230 nudos (426 km/h) o más "durante un rato."
Los datos del radar sugerían que el vuelo inició su descenso desde los 3000 pies (914 m) a unas 4 mi (6 km) de la pista.
Según el informe final del accidente, las condiciones de tráfico no requerían que se mantuviese la velocidad asignada después de que el controlador autorizase al vuelo a descender a 3000 pies (914 m), pero el controlador no verbalizó en ningún momento la cancelación de velocidad asignada.
Los procedimiento de Southwest Airlines indicaban que el piloto que no estuviera a los mandos debía hacer advertencias de altitud a 1000, 500, 400, 300, 200, 100, 50, 30, y 10 pies (3 m).
El capitán afirmó después del accidente que al encontrarse a 500 pies (152 m) sabía que no estaba "en el punto," haciendo así una mención velada a que no se cumplían las condiciones para un aterrizaje seguro, en este caso debido al exceso de velocidad.
El avión aterrizó en la pista mojada a 44 nudos (81 km/h) por encima de la velocidad objetivo.
"La aeronave tomó tierra a aproximadamente 182 nudos (337 km/h), y unos veinte segundos más tarde, a aproximadamente 32 nudos (59 km/h), colisionó con una valla metálica y con un muro perimetral del aeropuerto.
Sin embargo, el 737 sufrió importantes daños a raíz del accidente y fue posteriormente desguazado.
"[3] Meses más tarde, los pilotos fueron despedidos a causa del incidente.
[7] Southwest Airlines admitió que las acciones de los pilotos fueron negligentes.
Sin embargo, los dos ocupantes del vehículo (el conductor y su hija de cuatro años) resultaron ilesos.