11 personas (el capitán y 10 pasajeros) de las 145 a bordo murieron en el accidente.
El vuelo 1420 debía despegar desde Dallas-Fort Worth, Texas hasta Little Rock, Arkansas.
Para no perder más tiempo, los pilotos decidieron entrar en esa «pista de bowling».
Al avión llegaba mucha turbulencia y los relámpagos ya caían cerca.
El primer oficial tenía que decirle al comandante dónde se encontraba la pista.
Cuando finalmente el MD-82 tocó la pista lo hizo con una gran fuerza que sacudió al avión.
Además, la tripulación olvidó desplegar los espóileres, los cuales hubieran hecho frenar el avión a tiempo.