Video nasty

El término coloquial Video nasty (que se podría traducir como repugnancia videográfica) fue acuñado en 1982.La censura cinematográfica en el Reino Unido se halla a cargo del BBFC (British Board of Film Classification, oficina británica para la clasificación de películas).Sin embargo, fueron durante largo tiempo los consejos locales quienes tenían la última palabra frente a las recomendaciones del BBFC.La expresión Video nasty (repugnancia o asquerosidad videográfica) es utilizada por este organismo del Ministerio del Interior Británico para denominar a aquellas películas que pretenden ser lanzadas en vídeo y cuentan con un contenido sexual y/o violento muy explícito, no siendo aprobadas siquiera para una censura parcial, sino retiradas de la circulación en su integridad.Cuando se introdujo el vídeo doméstico, Las Major o grandes productoras y distribuidoras de cine fueron reacias inicialmente a distribuir sus películas en el nuevo formato videográfico, ante las facilidades que se otorgaban a la hora de elaborar copias piratas.A comienzos de la década de los 80, cuerpos policiales como la policía del Gran Mánchester (Greater Manchester Police) dirigida entonces por el devoto cristiano James Anderton, incrementaron sus redadas en videoclubes, incautando títulos que juzgaban podían tener un contenido obsceno.En ella, el asesino del título escoge invariablemente como sus víctimas a mujeres bellas y sexualmente liberadas, con las que se ensaña con brutalidad, empleando armas blancas y otros objetos cortantes; las secuencias del film presentan la violencia de forma gráfica y se recrean con detenimiento en los más mínimos detalles; se incluyen considerables dosis de un sexo más bien insano (al menos para los rectores del BBFC), como prostitución, bondage, sadismo, masoquismo, espectáculos eróticos en locales nocturnos, sexo entre una mujer casada y un gigoló contratado por esta para la ocasión...[3]​ La misoginia es, precisamente, otro de los componentes polémicos que han valido críticas a estas películas.[4]​ Bajo la nueva ley, el British Board of Film Censors fue renombrado British Board of Film Classification y se convirtió en el responsable para la certificación de todos los estrenos en cine y todos los lanzamientos en vídeo.En diciembre de 1997, el BBFC anunciaba que Nunca relajaremos nuestras pautas sobre la violencia en los vídeos, que siguen siendo las más estrictas en el mundo (has never relaxed its guidelines on video violence, which remain the strictest in the world).Muchas películas de terror estrenadas posteriormente, como las pertenecientes a las series cinematográficas Saw y Hostel, contienen brutales escenas de violencia gráfica, considerándose por muchos como violentistas o recreadas en la violencia, aunque han sido aprobadas para su estreno en salas o lanzamiento en DVD sin cortes.En 2008, algunas películas incluidas en la lista fueron aprobadas para su lanzamiento en vídeo por el BBFC, en particular SS Experiment Camp.El show televisivo The Young Ones, protagonizado por Rik Mayall y Adrian Edmonson, incluyó un episodio completo titulado Nasty, en la que los personajes alquilan una videograbadora con la intención de ver una video nasty, con el evidentemente ficticio título de Sex With the Headless Corpse of the Virgin Astronaut (Sexo con el cadáver decapitado de la astronauta virgen); contaba así mismo con la interpretación del tema Nasty a cargo del ya citado grupo The Damned.La canción de Neil Innes Mi nueva escuela (My New School, 1984) contenía una referencia a las video nasties: It's got all the charm of a video nasty/I've never been anywhere so ghastly, my new school.También conocida como Anthropophagous; Antropófago; Gomia, Terror en el Mar Egeo; Man Beast: Man-Eater; The Savage Island.Ha sido distribuida en los Estados Unidos sin cortes, con el título Antropophagus: The Grim Reaper.Una campaña publicitaria que hacía hicapié en los aspectos más extremos del film facilitó su prohibición total en hasta 31 países, cifra muy superior a la de, p.ej.Dirigida en 1971 por Eloy de la Iglesia, con un inusual Vicente Parra en el papel principal, lejos ya la época en la que interpretó al Rey Alfonso XIII.Entre estos materiales, se hallaban cartas enviadas por aficionados al cine que escribían a Kubrick opinando sobre sus películas.Kubrick clasificaba con minuciosidad estas misivas, realizando anotaciones sobre lo potencialmente peligrosas que pudieran ser las intenciones del remitente.[17]​[18]​[19]​[20]​ La película sí que sería exhibida con serias amputaciones en su metraje, cuando era autorizada, en diversos países, como fue el caso de la España franquista.