Child's Play 3

David Kirschner, quien produjo las dos primeras películas de Child's Play, también volvió como productor ejecutivo.

La película sufrió una polémica el Reino Unido cuando se sugirió que podría haber inspirado los asesinatos en vida real del niño británico James Bulger y la adolescente Suzanne Capper,[1]​ sugerencias rechazadas por los oficiales que investigaban ambos casos.

Luego, utiliza su computadora para localizar a Andy Barclay, que ya tiene dieciséis años y, aún preocupado por sus anteriores encuentros con Chucky, fue enviado a la academia militar Kent después de no haber sido acogido en varios centros de adopción.

Esa misma noche, Chucky ataca a Andy y le cuenta sus planes para apoderarse del alma de Tyler.

Antes de que Andy pueda atacarlo, Shelton aparece y le quita el muñeco.

Andy intenta recuperarlo y se escabulle en la habitación de Shelton, pero es atrapado en el acto.

En medio del caos, Tyler huye al bosque y, antes de perseguirlo, Chucky lanza una granada a los cadetes.

Reconociendo el peligro, Whitehurst valientemente salta sobre la granada y se sacrifica para salvar a los demás.

La película fue estrenada nueve meses después de la segunda entrega, lo que le causó presión a Don Mancini para redactar una historia en un calendario tan apretado.

Al igual que la novelización de Child's Play 2, esta novela tenía algunas partes creadas por el autor.

En el libro, la muerte de Chucky también es diferente: Andy le dispara en el pecho, causando que su cuerpo caiga al suelo y se observa cómo su cabeza se rompe en sangre, metal y plástico.

[14]​ Richard Harrington de The Washington Post escribió: "El mismo Chucky es una delicia animatrónico, pero uno sospecha que las energías y el presupuesto de la película se han dedicado a lo que, esencialmente, es un pony haciendo un truco".

[15]​ Stephen Wigle de The Baltimore Sun la llamó "diversión para cualquier fanático del género slasher".

Además, al niño no le gustaban las películas de terror, un punto confirmado posteriormente por informes psiquiátricos.