Victoriano Castellanos de niño recibió su educación católica y de primeras letras, mediante su mentor el cura párroco Pedro Antonio Pineda.
[1] Luego se internó en el ambiente político nacional.
Después de Santa Rosa, la capital se trasladó a Comayagua.
El gobierno de los deudores del impuesto predial y desamortización en una subasta.
En un decreto del 30 de agosto de 1862, reglamentó el comercio entre Honduras y los países vecinos, estableciendo vías oficiales de comunicación para el comercio y denominando puertos secos en donde se había que recibir las introducciones y exportaciones; el decreto se emitió con el propósito de evitar las introducciones y exportaciones clandestinas que se estaban haciendo en la república que "priva[ban] al erario de sumas considerables con grave perjuicio de sus rentas".
Más tarde se reúne con los representantes del gobierno nicaragüense señores Tomas Martínez Guerrero, Pedro Zeledón Mora, quienes visitaron al presidente Castellanos a fin de exponer "La Propuesta de una comunidad internacional entre los dos países.