[1][2] Su madre falleció cuando sus hermanos todavía eran muy jóvenes,[3][4] lo que la colocó en una temprana posición de responsabilidad sobre ellos.
[8][9] Durante la Primera Guerra Mundial, sus hermanas la zarina Alejandra y la gran duquesa Isabel, casadas dentro de la familia imperial rusa, fueron asesinadas por revolucionarios comunistas.
[12] Pasó sus primeros años en Bessungen, Alemania; pero cuando tenía tres años la familia se fue a vivir al Neues Palais en Darmstadt, donde compartió dormitorio con su hermana menor Isabel, hasta que ambas llegaron a la edad adulta.
[14] Durante la Guerra franco-prusiana de 1870, se instalaron hospitales militares en los terrenos del palacio y Victoria acostumbraba ayudar a su madre en la cocina preparando sopa.
Recordaba el intenso frío del invierno y haberse quemado en un brazo con la sopa caliente.
[3][4] Como hija mayor, Victoria asumió en parte la responsabilidad maternal con sus hermanos más pequeños y la de hacer compañía a su padre.
[5] En esta época inició una comunicación por correspondencia con su abuela para recibir consejo y satisfacer las inquietudes de la reina con respecto a sus hermanos.
[21] La princesa estaba muy interesada en la ciencia, dibujó un detallado mapa geológico de Malta y participó en excavaciones arqueológicas tanto allí, como en Alemania.
[24] Dio lecciones a su hijo más joven y futuro lord Mountbatten, hasta que tuvo diez años.
[9] Victoria voló en un dirigible Zepelín en 1906 y, en un atrevimiento todavía mayor, voló después en un biplano, aunque como dijo más tarde: «sabía que no estaba hecho para llevar a pasajeros y nos colocamos firmemente sujetos en un pequeño taburete situado detrás del piloto».
Isabel se casó con el gran duque Sergio Alexandrovich y Alix con el zar Nicolás II de Rusia,[26] cambiando posteriormente su nombre por decreto a Alejandra Fiódorovna Románova.
[32] Desconfiaba de Winston Churchill, a quien considerada poco fiable —Churchill le había pedido prestado un libro en una ocasión y nunca lo devolvió—.
En su última visita a Rusia en 1914, había pasado por la casa en Ekaterinburgo donde su hermana Alejandra sería asesinada.
Se sintió indispuesto después de reunirse con su esposa en el Club Naval y Militar de Piccadilly y Victoria lo convenció para que descansase en una habitación que tenían reservada en el anexo del club, llamó a un doctor que le prescribió algún medicamento y salió para conseguir la prescripción de un farmacéutico cercano; cuando volvió, Luis estaba muerto.
El príncipe Felipe recordaba: «Mi abuela me gustaba muchísimo y siempre era útil.
Poco después, su cuñada viuda, su sobrino, su nieta y dos de sus bisnietos murieron en un accidente aéreo en Ostende.
Luis Mountbatten, su hijo sobreviviente, y dos de sus nietos, sirvieron en la Marina Real, mientras que sus familiares alemanes lucharon con las fuerzas contrarias.
[47] Su hijo Luis la recordaba con cariño: «Mi madre era rápida en la respuesta, gran conversadora, agresiva y argumentativa.
[48] Su nieta pensaba que «era formidable, pero nunca intimidante [...] una mujer sumamente honesta, llena de sentido común y modestia».