Víctor de la Serna

[13]​Se le atribuye la invención del apelativo “el Ausente” para referirse a José Antonio durante la Guerra Civil.

[13]​ Tiempo después sería puesto en libertad y se trasladó a San Sebastián, desde donde habría mandado un telegrama de adhesión al «generalísimo».

En la capital dirigió el diario Informaciones, y allí trabajó también para la embajada de la Alemania nazi.

[16]​ Ha sido colocado como uno de los informadores de la red GRILLE en torno a Walter Mosig, miembro del Partido Nazi enviado a España en 1936 como asesor policial.

[17]​ Tras el final de la Segunda Guerra Mundial abandonó la dirección de Informaciones, debido a su identificación excesivamente comprometedora con las posiciones del Eje[18]​ y pasaría a asumir la dirección del periódico madrileño La Tarde.

Amigo personal del nazi argentino Carlos Fuldner, De la Serna lo protegió durante su estancia en España.

[19]​ Usando sus estrechos contactos con la Cruz Roja Española, posteriormente colaboraría con Fuldner y otros en la fuga de refugiados nazis hacia Sudamérica.

Monumento a Víctor de la Serna en los jardines de Pereda de Santander, 1960.