En 1921 publicó en El Pueblo Cántabro (1921-1926), estrenando el seudónimo «Apeles», la primera reseña periodística comentando una exposición de Pancho Cossio.
En los primeros años era más conocido por su habilidad como caricaturista y dibujante entre el grupo de jóvenes inquietos que animaban los salones del Ateneo de Santander.
Lo que había comenzado como mera curiosidad, pronto se convirtió en una apasionada investigación.
En 1942 fue captado para formar parte de la redacción del periódico Alerta (1942-1973).
Sus ocupaciones no le impedían acudir a las reuniones del Ateneo y del Centro de Estudios Montañeses (institución a la que siempre se glorió pertenecer, donde se le cita entre los miembros más destacados), ni ser el principal animador de las tertulias y exposiciones que tuvieron lugar en el «Saloncillo de Alerta».
En 1956 publicó los dos primeros y primordiales libros dedicados al lugar que lo viera nacer: Santander.
En 1964 publicó el tercer libro sobre su ciudad, Retablo santanderino, y al año siguiente, 1965, otra guía turística de calidad, esta vez titulada Guía de Santander y su provincia.
En las numerosas entrevistas publicadas en la prensa a raíz de un homenaje que le tributaron sus colegas, quedó reflejada su modestia: «Un aprendiz no puede nunca dirigir nada», respondía a las insistentes preguntas de un entrevistador interesado en saber si le habría gustado dirigir un periódico; y haciendo balance de su profesión aclaraba: «Yo creo que todos los días tengo algo que aprender, y este sentimiento lo llevaré a la tumba».
En 1979, el Ateneo de Santander lo nombró Personalidad Montañesa del Año.
La publicación de esta última obra fue posible gracias a José Luis Casado Soto, Director del Museo Marítimo del Cantábrico, que se encargó desinteresadamente de preparar para su edición el libro que Simón Cabarga tenía en el telar cuando falleció.
Así quiso manifestarle una vez más su afecto y amistad.
El pintor cántabro Julio de Pablo manifestó lo mucho que estimaban los artistas a José Simón Cabarga, convirtiendo en «Homenaje a José Simón Cabarga» su exposición pictórica que, patrocinada por el Ayuntamiento del Valle de Camargo, montó en octubre de 1980.