Viaje de Contreras

[1]​ Se concibió para aumentar el caudal del viaje principal de la Castellana, junto al también complementario viaje de la Alcubilla.

[6]​ A comienzos de 1637, y dado que la nueva fuente no era más que una solución de emergencia, la Junta contrató al zahorí y fontanero Eugenio Rodríguez la localización de nuevos acuíferos, objetivo encontrado en el camino de Postas, junto al “valle de la Norieta”, en el término del entonces pueblo de Fuencarral.

Rodríguez y el avezado y ya anciano maestro Gabriel de Avenares iniciaron la red interior del viaje de Contreras hasta la nueva fuente contratada en la plazuela de los Afligidos, junto al monasterio de San Joaquín (fundado en 1635 por frailes premostratenses), que también construyó el cantero Eugenio Montero.

Las obras del viaje de Contreras no se concluyeron hasta 1645, sin ser considerado como viaje independiente, sino como ramal del de la Fuente Castellana, al que desde el principio estuvo unido «por una comunicación realizada por el fontanero Pedro Hernández».

Como resultó insuficiente, la Junta tuvo que ampliar la red del de la Castellana con el refuerzo de otro nuevo ramal que acabaría siendo conocido como viaje de la Alcubilla.

La desaparecida fuente vecinal en la Plazuela de los Afligidos , fotografiada por Alfonso Begué en 1864. La primitiva «arca de agua» o fuente de San Joaquín fue sustituida por una fuente con una asignación de once aguadores y 7 RA, según el Diccionario de Madoz (1850). [ 5 ]